Fausto Murillo, vocal del Consejo de la Judicatura, reconoció que la destitución de Walter Macías, juez de la Corte Nacional, fue ilegal.
En diálogo con “Punto de Orden”, explicó que en la sesión telemática que trató el tema, y que fue “cortada” al público para mantenerla en reserva, solo 2 de los 5 vocales del organismo votaron a favor de la destitución, mientras que los otros 3 –incluyéndose- se abstuvieron. Sin embargo, de manera sorpresiva, el presidente del Consejo, Wilman Terán, anunció que “había mayoría”.
Murillo afirmó que, antes de la sesión, solicitó formalmente que les dieran tiempo para revisar el expediente, que supera las 1.000 fijas, y que el tema se tratara de forma presencial. Ninguno de esos pedidos tuvo éxito.
También recordó que, tiempo atrás, cuando el mismo Macías fue suspendido, Terán también aprobó una “mayoría” de 2 votos.
Dicho juez es molesto para ciertos sectores, anotó, ya que maneja el Caso Las Torres, que sentenció al ex contralor subrogante, Pablo Celi, por lavado de activos; y además lleva la causa contra dos vocales del CJ, implicados en tráfico de influencias.
Este último caso surgió a raíz de la grabación clandestina de una reunión, en la cual dichos vocales habrían gestionado cargos judiciales en la Corte de Pichincha, a cambio de sus votos. La investigación está en manos de la Fiscalía del Estado.
Murillo aclaró que se abstuvo de votar, tanto en la suspensión como en la destitución de Macías, porque no se presta para este tipo de ilegalidades.
Sí hay buenas acciones
Para Murillo, si bien la actuación de ciertos vocales es censurable, no todo es malo en la institución.
Entre los aciertos señaló la implementación de nuevos jueces para casos de corrupción, y la emisión de sentencias en tal sentido.
También destacó las órdenes de destrucción de droga, en cerca de 400 toneladas.