El periodo de estiaje se adelante, y genera preocupación en Ecuador.
Si los embalses de las centrales hidroeléctricas bajan, llegará un momento en que no podrán operar a plena capacidad, lo cual obligaría a aplicar racionamientos eléctricos.
Y este año la situación sería más crítica, ya que Colombia, que nos vendía energía, vive una situación similar, y actualmente opera con los niveles mínimos de agua.
Ambos países mantienen diálogos permanentes, a fin de intercambiar información sobre los niveles de sus embalses. En base a esos reportes se puede establecer la cantidad de kilovatios que Colombia es capaz de venderle a Ecuador, sin provocar desabastecimiento en su territorio.
Según el gobierno, la electricidad colombiana cubre entre el 4 y 5% de la demanda nacional, con picos de hasta el 10%. De ahí la necesidad de cuidar las reservas energéticas nacionales, que en gran medida depende del clima.
No se habla de racionamientos de energía, pero sí de “fallas de conexión”, en el caso de que no exista suficiente para todo el país.
Por lo pronto se busca la rehabilitación del parque térmico, y de eventuales medidas que permitan la generación privada, para aliviar en algo la carga que recibe el sistema nacional interconectado.
