La hasta ahora directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, dimitió este martes a su cargo luego de las duras críticas hacia la organización de seguridad en el mitin del expresidente Donald Trump.
La funcionaria estaba sometida a la presión tanto de demócratas como de los republicanos, que pedían su dimisión después del intento de asesinato al candidato presidencial Donald Trump.
La superior del Servicio Secreto que llevaba en su cargo desde agosto de 2022, enfrentaba crecientes pedidos de dimisión y varias investigaciones sobre como el agresor pudo acercarse tanto al candidato republicano.
“Asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”, dijo en el correo electrónico al personal el martes. “A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de directora”.
Precisamente ayer Cheatle compareció en un comité de la Cámara de Representantes y afirmó que el intento de asesinato al expresidente Donald Trump supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia y aseguró que coopera con las investigaciones en curso sobre el atentado.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende el Servicio Secreto, anunció este domingo el inicio por orden del presidente, Joe Biden, de una investigación independiente a lo ocurrido con miembros de los dos partidos que debe concluir en un plazo de 45 días.