La secretaria de Comunicación del Gobierno, Irene Vélez, lamentó que el diario estadounidense “The New Yorker”, que realizó una entrevista al presidente Daniel Noboa, “descontextualizara” sus expresiones.
Según Vélez, el periódico fue invitado por el régimen para constatar, de primera mano, el respeto a los derechos humanos en pleno estado de excepción. Durante este acercamiento, el mandatario conversó de forma coloquial y reservada con el reportero, que difundió muchas de sus expresiones, pero de forma distorsionada.
“Las conversaciones que se dieron entre el presidente y el periodista fueron en un tono coloquial, absolutamente coloquial y privados. En ese sentido, cualquier cosa que haya dicho el presidente, especialmente sobre los presidentes, está descontextualizado”, subrayó la funcionaria.
“The New Yorker” afirmó que Noboa, supuestamente, definió a su par salvadoreño, Nayib Bukele, como “arrogante”, y que solo busca controlar el poder para sí mismo y hacer rica a su familia.
Sobre Javier Milei, mandatario argentino, Noboa habría dicho, de acuerdo al periódico, que se enorgullece de su labor, pese a que no ha conseguido nada importante. En cambio, se siente más alineado con Lula Da Silva, el presidente de Brasil, por ser un emblema de la izquierda.
En la supuesta entrevista, Noboa también habría mencionado la posibilidad de construir una prisión en la Antártida, donde Ecuador tiene un sector, y analizado sus expectativas en las elecciones presidenciales del próximo año, donde señaló como su principal rival al correísmo.
El expresidente Correa, señala la presunta entrevista, es el responsable del avance del narcotráfico en el Ecuador, pues dispuso la salida de una base militar estadounidense de Manta, en el año 2009.
También señaló que hubo intentos por acabar con su vida, para lo cual los carteles de la droga enviaron sicarios desde Colombia. Pero fueron detectados y su plan quedó truncado.