El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), impidió que una delegación de amigos y simpatizantes del exvicepresidente de la República, Jorge Glas, lo visite en prisión.
Glas está asilado desde abril pasado en la Cárcel “La Roca”, la de mayor seguridad del país, donde deberá cumplir sentencias pendientes por los casos “Sobornos” y “Odebrecht”. Además, está implicado en posible peculado en el caso “Reconstrucción de Manabí”.
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Su detención se produjo dentro de la Embajada de México en Quito, que le había concedido asilo, a pesar que las acusaciones en su contra son por delitos comunes y no políticos.
Constatar su salud
Los adherentes del exmandatario, agrupados en el llamado “Comité Internacional por la Libertad de Jorge Glas”, llegaron hasta los exteriores de “La Roca”, a fin de constatar el estado de salud del recluso.
Sin embargo, por razones de seguridad no les permitieron el ingreso.
La defensa de Glas afirma que su condición es crítica, y que no recibe la atención médica adecuada. Pero el SNAI alega que de forma permanente es monitoreado, y que le brindan todos los medicamentos que necesita por sus supuestas dolencias.
Está en buenas condiciones
Incluso han mencionado que los implantes de cabello, que se realizó en la Cárcel de Latacunga, donde también estuvo recluido, se encuentran en perfectas condiciones.
Glas alega que es “mordido por ratas”, que tiene una larga lista de males y que ha intentado suicidarse. Su pedido busca cumplir la pena en el domicilio de su madre, o al menos en un hospital.
México ha planteado que sea entregado a un tercer país, y reclama un salvoconducto. Pero el gobierno ecuatoriano lo rechazó.