EL UNIVERSO .- La mayoría de dinero provino de una compañía de Antonio Peré Ycaza, quien confesó en EE. UU. que canalizó coimas para funcionarios públicos ecuatorianos.
En la empresa panameña Administraciones Carey del Sur S. A. se guardaron secretos por casi una década. Su nombre apareció en las investigaciones judiciales que rastrean los sobornos de Petroecuador. Las acciones de esta compañía pasaron en 2013 a manos de Patricia Romero Espinosa, esposa del entonces gerente de Comercio Internacional de la estatal petrolera, Nilsen Arias Sandoval.
Patricia Romero usó la empresa para abrir una cuenta en el Credicorp Bank de Panamá. Las transacciones que ahí se realizaron ya están en manos de la Fiscalía ecuatoriana por una asistencia penal remitida por Panamá en enero de este año.
Estos documentos muestran que la cuenta estuvo activa entre agosto de 2013 y abril de 2017, poco antes de que Nilsen Arias dejara su cargo en Petroecuador. Un análisis de EL UNIVERSO encontró que en todo ese tiempo ingresaron $ 5,7 millones a esa cuenta.
La mayoría de ese monto provino de una offshore de propiedad de Antonio Peré Ycaza,quien se declaró culpable en Estados Unidos de lavar los sobornos dirigidos a funcionarios de Petroecuador. Además ingresó dinero desde otra offshore relacionada con el propio Nilsen Arias. Entre los remitentes también están un ciudadano y una empresa domiciliados en China.
Las transacciones también muestran que en la cuenta de Administraciones Carey del Sur no quedó nada de fondos y que la mayor beneficiaria fue Patricia Romero.
Arias ya se declaró culpable en Estados Unidos por haber recibido sobornos para facilitar negocios con Petroecuador. La acusación de los fiscales estadounidenses menciona coimas por alrededor de $ 17,7 millones. Mientras que, en Ecuador, la Fiscalía está procesando a Arias y otras 16 personas también por presuntos pagos ilegales.
Antonio Peré canalizó los pagos
Los documentos bancarios apuntan a Antonio Peré. Su offshore panameña, Energy Intelligence & Consulting Corp.,aparece como remitente de $ 1,94 millones a favor de Administraciones Carey del Sur. Sin embargo, el monto transferido por esa empresa podría ser mayor. Entre esos papeles hay pagos por $ 1,24 millones adicionales de un remitente no identificado que registró el mismo banco y el mismo concepto que Energy Intelligence usó en varias de sus transacciones.
Una transferencia de Energy Intelligence concuerda también con una que describió el agente federal de Estados Unidos Mario Tariche durante una declaración judicial que realizó contra Nilsen Arias en agosto de 2021, ante la Corte del Distrito Este de Nueva York.}
En su testimonio, el agente describió la ruta de los sobornos y puso como ejemplo varias transferencias que provenían de intermediarios petroleros a favor de una offshore panameña, que luego enviaba el dinero a un familiar cercano de Arias. No identificó a los actores. Entre esas operaciones, el agente citó una por $ 295.550 realizada el 13 de enero de 2017. Esta encaja con un pago que aparece en los documentos bancarios de Administraciones Carey del Sur, transferencia que fue emitida por Energy Intelligence.
En la asistencia penal de Panamá también existe un contrato entre Administraciones Carey del Sur y Energy Intelligence. El acuerdo estipula que la primera brindaría servicios de consultoría en el área petrolera y que cobraría mínimo $ 25.000 por cada estudio, por un plazo indefinido. Irónicamente, las partes incluyeron una cláusula anticorrupción. En el documento se nombra a Santiago Estrella León, un colaborador de Antonio Peré, como representante de Energy Intelligence, pero su firma no consta en el papel.
A la cuenta de Administraciones Carey del Sur también ingresó un poco más de medio millón de dólares desde otra offshore que está ligada a Nilsen Arias. Se trata de Weland Trading Inc., que estuvo domiciliada en las Islas Vírgenes Británicas. Documentos de esta sociedad aparecieron en los Pandora Papers, la filtración de negocios en paraísos fiscales publicada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. Los pagos de Weland Trading provinieron de una cuenta en el EBNA Bank N. V., de Curazao.
En los documentos judiciales también existe un contrato en inglés entre Administraciones Carey del Sur y Weland Trading, fechado en octubre de 2013.
EL UNIVERSO reveló el año pasado que Weland Trading también recibió dinero de otra empresa de Antonio Peré.
En los documentos bancarios también llaman la atención transferencias de dos personas domiciliadas en China: el ciudadano identificado como Kwok Yan y la empresa C K Global Sourcing Co. Ltd., por casi $ 170.000. Estos pagos se realizaron en 2014 y provinieron del Hang Seng Bank, de Hong Kong.
Hay tres transacciones por un total de $ 1,32 millones sobre las que no se pudo identificar el remitente.
La mayoría del dinero se transfirió a Patricia Romero Espinosa
Patricia Romero adquirió Administraciones Carey del Sur al estudio jurídico panameño Sucre, Arias & Reyes. La empresa fue constituida en 2011 y sus acciones fueron transferidas a Romero el 24 abril de 2013. Ella hizo todas las diligencias para que su nombre quedara oculto bajo el manto de los paraísos fiscales. Como directores de la compañía quedaron designados empleados del propio bufete, para que sean sus nombres los que aparezcan en el Registro Público de Panamá.
Cuatro días después del traspaso de acciones, Administraciones Carey del Sur suscribió un contrato laboral con Patricia Romero para que esta fuera su “asesora externa en el área geográfica”. El sueldo se fijó en $ 15.000 mensuales. Ese monto resultó una minucia en comparación con los pagos que ella sacó a su nombre.
Los documentos bancarios muestran que cerca de $ 2,8 millones fueron dirigidos a Romero. Recibió ese monto a través de 85 transferencias enviadas a cuentas abiertas en Ecuador, Panamá, Estados Unidos y Portugal.
También hubo pagos por casi $ 940.000 al estudio jurídico portugués Edge International Lawyers, que antes se llamaba Neville de Rougemont & Associados. EL UNIVERSO consultó a esa firma sobre estas transacciones, pero no tuvo respuesta hasta el cierre de este reportaje. Nilsen Arias se instaló en Portugal luego de salir de Ecuador, a mediados de 2017.
De la cuenta de Administraciones Carey del Sur también se tomaron $ 702.000 para invertir en depósitos a plazo fijo.
Otras transferencias que sobresalen son las enviadas a la offshore panameña Ultra Logístico S. A. por un total de $ 355.000. Esta sociedad estuvo activa entre 2015 y 2017. Su agente residente también fue el estudio jurídico Sucre, Arias & Reyes. Los verdaderos dueños de esa empresa aún permanecen ocultos.
Por último, la cuenta de Administraciones Carey del Sur cubrió pagos a otras personas y empresas, como a una vidriería, a una mueblería, a un arquitecto, a otros profesionales y a familiares de Patricia Romero.
Un cliente llamado ‘Haliburton’
Para abrir la cuenta en el Credicorp Bank, el directorio de Administraciones Carey del Sur emitió un poder general a favor de Patricia Romero. Ella firmó los formularios requeridos por el banco. En esos documentos, Romero declaró que no era ni estaba casada con una persona políticamente expuesta, pese a que su esposo ya era alto ejecutivo de Petroecuador.
También señaló que el objetivo de la cuenta era recaudar pagos por servicios de consultoría y que sus principales clientes serían “Weland Trading Inc., Molena Holding Corp. y Haliburton”. Sin embargo, no hubo pagos de estas dos últimas compañías.
Molena Holding Corp es una sociedad panameña que estuvo activa entre 2010 y 2013, cuyos dueños se desconocen.
Haliburton tiene un nombre parecido a la petrolera internacional Halliburton (con elle). Los documentos judiciales entregados por Panamá apuntan a que se trataría de compañías diferentes.
Entre esos archivos hay un contrato entre Administraciones Carey del Sur y la empresa Haliburton Investments 704 LLC, domiciliada en Florida (Estados Unidos). Según el registro público estadounidense, esta compañía fue abierta por la propia Patricia Romero en 2012. Cuatro años después, la sociedad cambió de nombre a Triada Group LLC, y en 2020 fue disuelta por voluntad de sus dueños. Es otro pasaje del laberinto societario que construyó Nilsen Arias.