Suiza sería el país que intervendría como mediador, en el conflicto diplomático que mantienen Ecuador y México.
La crisis comenzó el 5 de abril pasado, cuando la policía ecuatoriana irrumpió en la embajada mexicana en Quito, y arrestó al exvicepresidente Jorge Glas, quien estaba asilado.
Desde entonces el gobierno de México rompió relaciones con nuestro país, y se niega a abrir cualquier canal de comunicación, a menos que sea devuelto Glas y se pidan disculpas.
En una entrevista concedida a una agencia internacional de noticias, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, señaló que el gobierno de Daniel Noboa está dispuesto a reanudar el diálogo con su par mexicano. Sin embargo, dejó en claro que bajo ningún concepto será liberado Glas, sobre quien pesan sentencias ejecutoriadas por actos de corrupción.
En resumen, la entrega del exvicepresidente “no es negociable”.
Hasta tanto, el comercio está vigente entre los dos países, así como la atención a los ciudadanos mediante acuerdos con otras embajadas y organismos internacionales.
Por su parte, la canciller mexicana, Alicia Bárcenas, advirtió que su país no aceptará ningún acercamiento directo con Ecuador. Ante esta situación se recurrió a un amigo en común, en este caso Suiza, que habría aceptado mediar en el conflicto diplomático.
El papel del estado europeo sería vigilar las propiedades de los funcionarios mexicanos, y su devolución.
Bárcenas reiteró que solo aceptarán un acercamiento con la parte ecuatoriana, cuando se conceda un salvoconducto a Glas.
