El descarrilamiento del tren tóxico de Ohio, una película de terror

EL PAÍS .- La salida de la vía y el incendio de un mercancías de 150 vagones cargado de sustancias peligrosas ha provocado la evacuación de un pueblo en EE UU. Los vecinos han vuelto a sus casas con temor   Ben Ratner y su familia aceptaron trabajar como extras en la película Ruido de fondo (White Noise), estrenada el año pasado y protagonizada por Adam Driver, en la que un accidente de tren libera una nube tóxica que provoca una evacuación masiva. Poco podía imaginar que algunas escenas de la película se iban a hacer realidad en su propio pueblo, una localidad de unos 4.700 habitantes del este de Ohio, cerca de la frontera estatal con Pensilvania. La noche del pasado 3 de febrero, un tren de la empresa Norfolk Southern de unos 150 vagones cargado con productos químicos altamente tóxicos descarriló a poco más de un kilómetro de su casa. Desde entonces, los habitantes de East Palestine viven una película de terror.   Las imágenes del lugar del siniestro son apocalípticas y la lista de productos que transportaba el tren pone los pelos de punta. Entre los tóxicos liberados, algunos son solamente cancerígenos. Otros se utilizaban como arma química en la I Guerra Mundial. El tren de carga viajaba desde Madison (Illinois) hasta Conway (Pensilvania). Se hallaba cerca de su destino, pero las imágenes de cámaras de seguridad han mostrado que arrastraba problemas al menos desde Salem, unos 30 kilómetros antes, pues se ven chispas y llamas en al menos uno de los vagones. El tren descarriló hacia las 20.54 horas de la noche del viernes 3 de febrero tras atravesar East Palestine y justo antes de cruzar la frontera de Ohio con Pensilvania, por suerte en una zona apenas poblada, con lo que no hubo ningún muerto ni herido. Según la información actualizada este martes por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), como consecuencia del descarrilamiento, 38 vagones descarrilaron y se produjo un incendio que dañó otros 12 vagones. En total había 20 vagones con materiales peligrosos, 11 de los cuales descarrilaron. “El incendio posterior al descarrilamiento abarcó aproximadamente la longitud de los vagones del tren descarrilado”, declaró el sábado 4 de febrero por la noche Michael Graham, miembro de la NTSB.   Imagen aérea del lugar del accidente, tomada el 9 de febrero.GENE J. PUSKAR (AP) Los investigadores de la Junta han identificado y examinado el vagón que inició el descarrilamiento. El vídeo de vigilancia de una residencia mostró lo que parece ser un cojinete de rueda en la fase final de fallo por sobrecalentamiento momentos antes del siniestro. El juego de ruedas del vagón sospechoso se ha recogido como prueba para su examen metalúrgico. La investigación sigue en marcha y se espera un informe preliminar en dos semanas.   Nube tóxica y evacuación   El incendio provocó una nube tóxica. La mayor preocupación fue desde el principio el cloruro de vinilo, un producto cancerígeno, transportado en cinco vagones. Cuando arde, se descompone en cloruro de hidrógeno y fosgeno. El fosgeno es muy tóxico, provoca vómitos y problemas respiratorios y se utilizó mucho durante la I Guerra Mundial como agente asfixiante, mientras que el cloruro de hidrógeno es irritante y corrosivo para cualquier tejido con el que entre en contacto.   Tras el accidente, las autoridades de ambos Estados ordenaron la evacuación el sábado: “Tienen que irse, lo que tienen que hacer es irse. Es una cuestión de vida o muerte”, alertó en rueda de prensa el gobernador de Ohio, el republicano Mike DeWine. Los servicios de emergencia fueron llamando puerta por puerta a los vecinos. El domingo se decretó una evacuación forzosa de aquellos que se habían resistido a dejar sus casas, alertando del riesgo de una explosión de los vagones con cloruro de vinilo. Se delimitó una zona roja, con peligro de muerte, y otra amarilla, con riesgo de heridas y de daños pulmonares.   Según informó Norfolk Southern, el domingo por la tarde, durante el control de los vagones descarrilados, se descubrió que las válvulas de alivio de presión de algunos de ellos habían dejado de funcionar. “Si no se solucionaba, podía provocar un accidente catastrófico”. “En coordinación con todas las agencias y partes interesadas, hemos elaborado un plan para liberar manualmente los vagones. El contenido se vaciará de forma controlada. Para proteger el medio ambiente, hemos preparado fosos y terraplenes en los que drenar el material que luego se remediará. Cuando sea seguro hacerlo, la liberación manual de la presión se realizará mediante una rotura controlada de varios vagones, y bajo la supervisión de expertos y personal de primera intervención. Esta operación será ruidosa y visible. Parte del material se quemará mientras se drena durante un corto número de horas”, anunció la compañía. Lo que vino después, el lunes 6 de febrero, pareció cualquier cosa menos una liberación controlada. Se vieron explosiones y una negra nube tóxica. Pese a ello, Norfolk aseguró que la operación se había completado de forma exitosa.   Vertido de sustancias químicas   Según la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), se vertieron al aire, al suelo y a las aguas superficiales sustancias químicas como cloruro de vinilo, acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y éteres monobutílicos de etilenglicol. El organismo, sin embargo, no detectó toxicidad en el aire: “El control del aire realizado por la EPA no detectó contaminantes químicos preocupantes en las horas posteriores a la quema controlada. Los residentes de la zona y de decenas de kilómetros de distancia pueden percibir olores procedentes del lugar. Esto se debe a que los subproductos de la quema controlada tienen un umbral de olor bajo. Esto significa que la gente puede oler estos contaminantes a niveles mucho más bajos de lo que se considera peligroso”, aseguró el 7 de febrero. Ese mismo día, sin embargo, la contaminación de partículas se situó por encima de los niveles de detección, pero la EPA lo desvinculó del accidente.   El 8 de febrero, el mismo día en que terminó la quema de cloruro de vinilo, los gobernadores de Pensilvania y Ohio aseguraron que los vecinos evacuados de East Palestine y sus

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