Primicias .- Por los manejos políticos del pasado se deterioraron las cifras de Banco del Pacífico. Pero tras la reestructuración, subieron las utilidades. El presidente ejecutivo de Banco del Pacífico, Roberto González, cree que el nuevo Gobierno debería retomar la venta de la entidad, para evitar que el banco sea usado a futuro como un instrumento político. En entrevista con PRIMICIAS, González dice que Banco del Pacífico está valorado en USD 846 millones a octubre, y añade que el proceso de venta no tomaría más de seis meses, por lo que se podría concretar sin problemas en el corto período de Gobierno de Daniel Noboa. A un año de que fracasó el intento de venta, el banco acumula USD 98 millones en utilidades y se prevé cierre en USD 115 millones al final de 2023, lo que sería un récord histórico. Una estrategia para mejorar sus indicadores ha sido dejar de colocar crédito educativo y enfocarse más en financiar a las empresas, añade González. Entre enero y octubre de 2023, Banco del Pacífico ha colocado USD 322 millones en créditos nuevos, de los cuales el 51% ha sido para consumo y el 49% para el sector productivo. El año ha estado marcado por una desaceleración del crédito y una subida de tasas de interés pasivas récord. ¿Cómo le ha ido a Banco del Pacífico? Pese a esta lucha sin cuartel que han sido las subidas de tasas de interés para captar depósitos, este ha sido un buen año para el banco. Tras el proceso de reestructuración, 2023 ha sido un año de crecimiento. La utilidad a octubre va en USD 98 millones, y ya estamos a punto de superar los resultados del año anterior. En 2022 las utilidades fueron récord, de USD 108 millones y en 2023 apuntamos a llegar a los USD 115 millones, que sería un nuevo récord histórico. ¿Cuál ha sido la estrategia para lograr estas cifras en un año tan complejo en lo político y económico para el país? Primero nos trazamos el plan de ajustar el tamaño operativo del banco, eso lo hicimos en todo 2021. Y 2022 fue un año de transición, con un banco más eficiente, nos dedicamos al proceso de venta que, aunque no se concretó, nos permitió elevar los resultados, al tener un banco más ordenado. Por eso, en 2023 nos centramos en hacer crecer el negocio buscando eficiencia y rentabilidad. Para esto hemos dejado de operar en segmentos que fueron terriblemente problemáticos, como el crédito educativo y en los segmentos de tarjetahabitentes de estrato medio y medio bajo que son altamente morosos. Hemos dejado de operar en segmentos que fueron terriblemente problemáticos, como el crédito educativo. En lugar de esto, hemos reconducido la estrategia crediticia hacia los segmentos corporativo y empresarial, con la pequeña y mediana empresa. El crédito de consumo mantiene su fuerza, pero estamos más orientados a los segmentos que presentan más rentabilidad y menos morosidad, por eso más bien hemos crecido en colocación de crédito para las empresas. En los años previos a la pandemia de Covid-19, el banco se centró en campañas políticas y abandonó al segmento empresarial. Antes el banco se centró en campañas políticas y abandonó al sector empresarial. Ahora estamos dedicando buena parte de nuestros recursos a incrementar nuestra participación en el crédito para todo tipo de empresas. Para pequeñas y medianas empresas, lanzamos recientemente una campaña fuerte para colocar más crédito. Nuestra intención es colocar entre USD 100 millones y USD 200 millones en este segmento. ¿Cómo colocaron más crédito para empresas si las cifras del sector bancario muestran más bien una contracción? Con las tasas de interés del segmento empresarial y del corporativo reguladas por la Junta Financiera, y con los altos costos de tasas pasivas que estamos soportando, es muy difícil prestar dinero a las empresas, porque no hay margen para la banca. Por eso algunas entidades han desacelerado los préstamos para las empresas y se han orientado al crédito de consumo que permite un margen mayor. Pero en nuestro caso, el mix de liquidez que tenemos sí nos permite seguir creciendo en el crédito para empresas. Entre enero y octubre hemos colocado USD 322 millones en créditos nuevos, de los cuales el 51% ha sido para consumo y el 49% para el sector productivo. La meta es colocar USD 400 millones hasta finales de 2023. Durante el debate de segunda vuelta, el entonces candidato Noboa dijo que se debía bajar las tasas de interés del crédito. ¿Cómo ve esa medida? Bajar las tasas del crédito por decreto no tiene sentido. La banca no puede prestar dinero a tasas por debajo del costo de su «materia prima», que es el dinero, porque caería en pérdidas. Ecuador no recibe flujo de nuevos dólares hace tiempo ni por inversión extranjera ni por inversión interna. Y añadamos otro factor, y es que afuera el dinero está caro. Han subido mucho las tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). Al no haber dinero nuevo, y con la competencia de las cooperativas, los bancos estamos recirculando el mismo dinero mes a mes y esto ha llevado a una subida en las tasas para los depositantes (tasa pasivas ndr) en niveles récord. Esta subida tiene como contrapartida que cada vez es más difícil dar crédito a tasas por debajo del 10% anual. Es un efecto perverso, porque no entra dinero y en cambio nos suben las tasas pasivas. La gente está contenta porque ahora las entidades pagan 8,5% anual a plazo de un año, pero eso limita tremendamente el fondeo disponible para prestar dinero, a empresas especialmente. Por eso en otros bancos, no es nuestro caso, el único segmento dinámico es el de consumo. ¿Cuál sería el efecto de que el nuevo Gobierno decidiera bajar las tasas de interés del crédito por decreto? Si mi materia prima, que es el dinero, me cuesta 8%, difícilmente puedo prestar dinero por debajo del 8%, salvo en el segmento de consumo. Pero el problema es que el crédito de consumo no dinamiza la economía como lo hace el crédito productivo. Si mi materia prima cuesta