Jorge Escala y Giovanni Atari, candidato presidencial y
director nacional de Unidad Popular.
La propuesta de unificar las tendencias de izquierda, y acudir a las elecciones presidenciales del 2025 con un postulante único, no tiene el respaldo de todos los partidos y movimientos ligados a esta tendencia.
La Izquierda Democrática, por ejemplo, no ha enviado representantes a las reuniones convocadas en la Casa de la Cultura, pues insistirá en su precandidato Carlos Rabascall.
Más radical todavía es el partido Unidad Popular (UP), de extrema izquierda, que tiempo atrás anunció a Jorge Escala como su aspirante. Aunque hubo delegados en el encuentro, dejaron en claro que con la Revolución Ciudadana (RC) no habrá entendimiento.
Escala precisó que están de acuerdo en unificar a trabajadores, campesinos, comerciantes, jóvenes y todos los sectores populares. Sin embargo, en esa línea no cabe el correísmo porque representa, según dijo, el pasado de corrupción.
El objetivo de UP, agregó, es impulsar una propuesta de justicia, honestidad y transparencia. Conceptos que no aplican para la RC.
De ahí que su llamado se limitará a las bases indígenas de la CONAIE, y a su brazo político, Pachakutik.
No habrá, en cambio, reconciliación con el correísmo, que persiguió y criminalizó a directivos y luchadores de la UP.
Parecidos criterios emitió el director nacional del partido, Geovanni Atari.
En su opinión, debe existir una unidad con las fuerzas democráticas y de izquierda. Pero en dicha línea no hay espacio para la organización del expresidente Rafael Correa.
Atari precisó que la gran misión es “derrotar al pasado”.
Además de UP, grupos como el Frente Popular y la UNE expresaron similar rechazo a un posible acuerdo político con el correísmo, y menos aún apoyar sus candidaturas.
