Los llamados son a diario. En todas las ciudades, en todos los barrios, en todas las esquinas. Los ciudadanos quieren seguridad, progreso económico, desarrollo. Ansían servicios básicos y una vida digna. En resumen, quieren un mejor país.
Pero el pedido no se limita a los adultos. Los niños, también, elevan sus voces. Desean más, y están dispuestos a dar más. No quieren limitarse a un largo periodo de aprendizaje. No quieren tan solo lanzar preguntas. También desean, a corto plazo, ser parte de la respuesta.
En “Punto de Orden” tuvimos como invitado muy especial a uno de estos pequeños. Se llama Xavier Márquez de la Plata, tiene 10 años y ya muestra un acentuado interés por la política. Pero la política en su sentido real: a favor del pueblo.
Su afán comenzó al escuchar las primeras noticias de la guerra entre Rusia y Ucrania. Como muchos otros niños, imaginó lo que significaba un conflicto, y las terribles consecuencias y pérdidas –humanas, económicas y sociles-. Fue el punto de partida para crear su propio mundo.
Desde entonces, y en lugar de videojuegos y redes sociales, dedicó su atención a crear en su mente un mundo más justo. Un mundo lleno de países con el mismo objetivo: la paz. Y para hacerlo más realista, ideó nombres, escudos y capitales. Un esquema tan halagüeño como ingenioso.
De entre esas naciones, una en especial se volvió su favorita: la “República del Golfo”. Una velada –aunque utópica- analogía de la patria propia. Aunque, después de todo, ¿quién no ha imaginado su propio Ecuador, libre de tantos males que nos agobian?
Y claro, la corrupción no existe ni existirá en la imaginaria república, donde la tendencia libertaria –similar a la argentina- prima en el gobierno. Xavier –y cada vez más gente- no cree mucho en el socialismo. Su mente divide a la clase política en “buena y mala”, y los socialistas pertenecen a esta última.
¿Sobre el actual presidente Noboa? No es de los malos, dice, pero no le gustó que ordenara la irrupción en la embajada mexicana. Fue como “declararle la guerra”, apunta.
Cuando sea adulto estudiará política y economía. Tal vez, en unos 20 años, lo veamos con las riendas del poder en sus manos, y Ecuador se convierta en una versión realista de la “República del Golfo”.
Entrevista completa:
