Las primeras urbanizaciones de Samborondón, La Puntilla y Entre Ríos surgieron en 1969 en lo que era la antigua hacienda El Tornero, que abarcaba desde el kilómetro cero hasta el seis. Un año después se terminaba la construcción del puente de la Unidad Nacional, permitiendo la conexión entre Guayaquil y Samborondón, un cantón netamente arrocero y ganadero.
En la actualidad, este sector es uno de los de mayor plusvalía en el país. De acuerdo con las empresas inmobiliarias, esto se debe a su ubicación junto al río, al desarrollo de nuevos proyectos en la zona por parte de la empresa privada, a la gran ayuda del Municipio de Samborondón para viabilizar estos proyectos y a la exclusividad y seguridad que venden los proyectos. Una de las zonas que atraen la mirada de inversionistas es el llamado Nuevo Samborondón, el polo de crecimiento del cantón.
La Costa Samborondón, en el km 9, es el primero en el Nuevo Samborondón y el que está en desarrollo, según el cabildo.
Alejandro Jijón, gerente comercial de Métrica (empresa a cargo de la construcción de La Costa Samborondón), menciona que lo que los motivó a invertir en este sector es el crecimiento ordenado proyectado por la Alcaldía y por la necesidad habitacional que existe en la zona. “Creemos que podemos mejorar la calidad de vida de la comunidad al generar plazas de empleo directo e indirecto, dinamizando la economía de la provincia, orientados al triple impacto (ambiental, económico y social) y a los objetivos de desarrollo sostenible”.
La Costa Samborondón es desarrollado y comercializado por las compañías Métrica, del Grupo Vepamil, y Dibiens, del Grupo Difare.