El tratado de libre comercio con China, aprobado durante el anterior gobierno, genera alguna controversia en la Asamblea Nacional.
De acuerdo a la ley, para que dicho acuerdo entre en vigor se requiere la ratificación de los Parlamentos de ambos países, y en el caso de Ecuador, también de la Corte Constitucional.
Durante la sesión de este jueves, la Asamblea comenzó a tratar el documento.
Exportadores e industriales exhortaron a los legisladores a aprobarlo con rapidez, ya que significará una sustancial ventaja a las ventas de nuestros productos, con un mercado que ronda 1.400 millones de personas.
Para la Federación Ecuatoriana de Exportadores, el TLC significará mayores oportunidades de desarrollo y empleo al país, al ofrecer un mayor acceso a los productos ecuatorianos a ese mercado, pues al entrar sin aranceles, se vuelven más atractivos para los consumidores.
Parecido criterio emitió la Corporación de Gremios Exportadores del Ecuador. Según sus cálculos, el acuerdo comercial significará para Ecuador un ahorro anual de 140 millones de dólares en aranceles, que serán reducidos de forma progresiva.
Sin embargo, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador señaló en un comunicado, que el TLC con China “es un riesgo para el país”, y exigió a la Asamblea que lo rechace.
Sin dar cifras, señaló que el acuerdo representa una amenaza para la soberanía nacional, la producción local, el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas y campesinos.
Según la Conaie, solo beneficiará a empresas trasnacionales chinas, a grandes grupos económicos y a la agroindustria exportadora.
El debate en la Asamblea fue pospuesto, hasta que se logren acuerdos.