Tres funcionarios de Petroecuador involucrados en el millonario esquema de sobornos relacionados con Gunvor, según la denuncia del FBI en EE. UU.
No se revela sus identidades, solo son citados como # 1, # 2 y # 3. El agente del FBI, el estadounidense James Kelley, sabe quiénes son, al punto que conoce el periodo de sus funciones dentro de Petroecuador, sus cuentas bancarias y cómo participaron en el supuesto esquema de sobornos que llegaría a $ 22 millones. Su denuncia sirvió de base para la investigación abierta contra Raymond Kohut, el exejecutivo de Gunvor que el martes pasado confesó su participación en el ilícito ante un juez del estado de Nueva York. En más de quince páginas, el agente describió la trama de sobornos por la cual el crudo entregado por Petroecuador a otras empresas estatales asiáticas, como parte de los préstamos de deuda externa, terminó en manos de una de las mayores comercializadoras del mundo, Gunvor S.A., con sede en Ginebra. Serían $ 5.400 millones de préstamos garantizados con barriles de crudo, dijo el detective. Kelley investigó la conspiración con la ayuda de dos testigos que ya se confesaron culpables en Estados Unidos; del mismo Kohut, que grabó conversaciones telefónicas y reuniones con sus cómplices, así como múltiples documentos como contratos, correos y mensajes de WhatsApp, registros empresariales y bancarios. Kelley, de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), presentó su denuncia en agosto del año pasado, pero esta se hizo pública solamente a partir de la confesión de Kohut ante el juez. El agente especificó que el Funcionario de Petroecuador # 1 tuvo relación con la comercialización del petróleo y la administración de los contratos entre 2010 y 2017, los Funcionarios # 2 y # 3 desde 2017 hasta al menos agosto de 2020, cuando presentó su denuncia. Según el relato de Kelley, además de los tres altos funcionarios de Petroecuador y de Kohut, en el esquema participaron dos ejecutivos de Gunvor de origen español y que han manejado las filiales de Gunvor en Singapur y en Bahamas. A ellos se suman dos “consultores” ecuatorianos. El Consultor # 1 es citado como ciudadano de Ecuador, Estados Unidos y España. Y el segundo, pariente del primero, como ciudadano de Ecuador y España, y como un exagente de Gunvor. En un escrito posterior de la Fiscalía de EE. UU. se enumeró también a dos petroleras estatales de gas y petróleo localizadas en Asia, sin identificarlas. El detective señaló que los consultores ecuatorianos crearon empresas con sede en Panamá y en Islas Vírgenes Británicas y manejaban varias cuentas bancarias, incluso en Nueva York, a través de las cuales se pagaron las coimas a funcionarios ecuatorianos en Panamá, Suiza y Portugal, con miras a asegurar que la intermediaria petrolera mantuviera su negocio con Petroecuador, aseguró el agente del FBI. El dinero salió de una de las mayores petroleras mundiales, Gunvor, que Kelley citó como “Compañía Comercializadora” en su denuncia pero cuya identidad ya se hizo pública y ha sido reconocida por el mismo Grupo Gunvor, que dijo estar cooperando con la justicia de Estados Unidos. El agente relató que el dinero de Gunvor usado en el pago de coimas salió de una filial en Singapur, que enviaba giros a las cuentas de los dos consultores en Suiza, Panamá e Islas Caimán, justificados con contratos falsos de consultoría; una vez recibidos esos pagos, el dinero era repartido a los tres funcionarios de Petroecuador. “En total, desde aproximadamente y durante 2012 y 2019, el Consultor # 1 y el Consultor # 2 motivaron sobornos para ser ofrecidos y pagados a nombre de la Compañía Comercializadora por un total de al menos $ 22 millones a funcionarios ecuatorianos y otros”, incluyendo los tres funcionarios de Petroecuador, resumió Kelley en su denuncia. La confesión de Kohut aún no se ha subido al sistema judicial estadounidense. Los esquemas En su recuento sobre lo que llama “esquemas de sobornos y lavado de dinero”, el detective relató que desde 2009 hasta la actualidad, Petroecuador negoció varios contratos con empresas estatales para entregas de crudo que garantizaban préstamos. En efecto, la producción de Petroecuador ha servido para garantizar los préstamos de deuda externa contraídos por el Gobierno y que se llamaron “preventas petroleras”. Además de asegurar la entrega de crudo, Ecuador, en promedio, pagó un 8 % de tasa de interés a los bancos, en su mayoría chinos, como publicó EL UNIVERSO en diciembre de 2017. Gunvor “ayudó a asegurar el financiamiento de aproximadamente $ 5.400 millones en préstamos garantizados con crudo de las entidades estatales a Petroecuador de acuerdo con los contratos”, añadió. Según Kelley, entre 2012 y 2019, Gunvor habría depositado más de $ 70 millones en las cuentas bancarias de los “consultores” que promovieron el esquema de sobornos, de los cuales $ 22 millones se enviaron a cuentas de funcionarios ecuatorianos y otros, incluyendo los tres de Petroecuador. Detalló que desde el año 2012, Raymond Kohut y los Consultores acordaron que Consultor # 1 pagaría los sobornos a los funcionarios ecuatorianos, entre otros, para asegurar que Gunvor y otros obtendrían los negocios con Petroecuador. A partir de entonces, Gunvor celebró acuerdos con las empresas estatales para vender los productos entregados por Petroecuador y los funcionarios sabían de estos acuerdo, aseguró el detective del FBI. Para promover el esquema y blanquear el dinero, los consultores firmaron contratos de consultorías con la filial de Singapur de Gunvor, que acordó pagarles una comisión por cada barril entregado. Con base a estos acuerdos se emitían facturas que las filiales de Singapur y Bahamas pagaron a los consultores, en cuentas bancarias en Nueva York. Posteriormente también se enviaron giros a Islas Caimán. A su vez, los consultores pagaban los sobornos a los funcionarios. Como muestra de ello, Kelley citó algunos ejemplos en su denuncia que datan de 2017 y julio de 2019. En 2015, los consultores y Kohut decidieron que el canadiense también debería recibir parte de las coimas y le transfirieron $ 2,4 millones a las cuentas del ejecutivo de Gunvor. Se comunicaban a través de correos personales y usaban códigos para referirse a los funcionarios. Las conversaciones grabadas A