La Nación .- El primer ministro de China advirtió el martes a Estados Unidos que las medidas para «politizar» las relaciones comerciales son «desastrosas» para la economía mundial, según declaraciones recogidas en medios estatales.
La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, está realizando una visita de cuatro días a China para reducir las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo.
Raimondo se reunió el martes con el primer ministro Li Qiang que crítico las restricciones comerciales estadounidenses, necesarias según Washington para su seguridad nacional.
«La politización de los asuntos económicos y comerciales y la extensión excesiva del concepto de seguridad no solo afectarán gravemente las relaciones bilaterales y la confianza mutua», dijo el primer ministro a Raimondo, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
«También perjudicará los intereses de las empresas y los pueblos de ambos países, y tendrá un impacto desastroso en la economía mundial», agregó.
Las relaciones entre ambas potencias están en su nivel más bajo en décadas, en parte por las restricciones comerciales de Estados Unidos.
Este mes el presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva para restringir ciertas inversiones estadounidenses en China en áreas sensibles de alta tecnología, una medida que Pekín considera como «antiglobalización».
Las nuevas reglas, que deberían implementarse el próximo año, afectan a sectores como los semiconductores y la inteligencia artificial.
En este sentido, el primer ministro instó el martes a Estados Unidos a cambiar de rumbo, diciendo que «las dos partes deben fortalecer la cooperación mutuamente beneficiosa, reducir la fricción y la confrontación, y promover conjuntamente la recuperación económica mundial y hacer frente a los desafíos globales».
Por su parte Raimondo enfatizó la importancia de una comunicación abierta y señaló áreas de «preocupación global» como el cambio climático, la inteligencia artificial o la crisis del fentanilo, asegurando que Washington quiere «trabajar con ustedes como dos potencias globales para hacer lo que es correcto para toda la humanidad».
«El mundo espera que hagamos más, juntos, para resolver estos problemas», dijo.
– «Reducir la incomprensión» –
Raimondo también reiteró la posición de Estados Unidos de que no está buscando desconectar su economía de la de China.
«Buscamos mantener nuestra relación comercial de 700.000 millones de dólares con China, y esperamos que esa relación pueda proporcionar estabilidad para la relación general», indicó.
La responsable estadounidense también se reunió el martes con el vice primer ministro de China, He Lifeng, y describió la relación comercial entre los dos países como «una de las más importantes» del mundo.
«Gestionar esa relación de manera responsable es fundamental para nuestras dos naciones y, de hecho, para todo el mundo», dijo durante una parte de la reunión abierta a los periodistas.
También hizo hincapié en que Estados Unidos «nunca transigirá en proteger nuestra seguridad nacional», pero insistió en que Washington no busca «frenar la economía de China».
Raimondo tiene previsto visitar la capital económica del país, Shanghái, el martes, antes de regresar a Estados Unidos el miércoles.
La secretaria de comercio es una de las altas funcionarias estadounidenses que visitó China en los últimos meses como parte de un esfuerzo de Washington para mejorar sus relaciones con su mayor rival estratégico.
En una reunión el lunes entre la secretaria estadounidense y el ministro de Comercio, Wang Wentao, ambos acordaron crear lo que Washington llama un «intercambio de información» para «reducir la incomprensión de las políticas de seguridad nacional de Estados Unidos».
Sin embargo Wang dijo tener «serias preocupaciones» sobre las restricciones comerciales de Washington a las empresas chinas, en particular por los aranceles a productos chinos o los «subsidios discriminatorios».
Washington defiende estas políticas como necesarias para «eliminar el riesgo» de sus cadenas de suministro pero Wang advirtió que «van en contra de las reglas del mercado y el principio de competencia leal».