Así fue como lograron tratar la pérdida de olfato
El equipo médico realizó un estudio con 54 pacientes que presentaron anosmia por al menos seis meses después de haberse contagiado del covid-19.
Los voluntarios se sometieron a una intervención, en la que se les colocó una aguja espinal en la base del cuello. Por ahí les inyectaron una pequeña dosis de corticosteroide y un anestésico.
Esta mezcla permite, en casos de éxito, estimular el ganglio estrellado, un componente del sistema nervioso, que es el encargado de receptar lo que aprenden nuestros sentidos.
De los 54 pacientes, 22 reportaron una mejoría en los síntomas una semana después de la inyección. Para 18 de ellos, se notaron mejoras más significativas un mes después del procedimiento.
Seis semanas después, 26 pacientes fueron convocados a recibir una segunda dosis de la inyección. Los científicos notaron que la segunda dosis fue efectiva en los pacientes que sí mejoraron sus síntomas después de la primera inyección, no así en las personas que no les sirvió desde un inicio.
Sin embargo, notaron que ningún paciente demostró tener efectos secundarios adversos a la inyección, lo cual demuestra que pronto podría estar listo un tratamiento oficial basándose en este técnica.