Los implicados en el denominado “Caso Purga”, buscan la forma de restar credibilidad al testimonio de Mayra Salazar, quien fuera comunicadora social de la Corte de Justicia del Guayas (CJG).
“Purga” estableció la existencia de una red de corrupción en la CJG, compuesta por jueces, fiscales, funcionarios y autoridades políticas. La misma vendía sentencias a cabecillas de bandas criminales, incluyendo al fallecido narcotraficante Leandro Norero.
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Precisamente tras la muerte de Norero, asesinado en la Cárcel de Cotopaxi, donde cumplía sentencia, la explotación de sus teléfonos celulares reveló la forma en que negociaba con los operadores judiciales, a cambio de fuertes cantidades de dinero.

Gracias a esta información, los participantes de la red fueron arrestados durante una serie de allanamientos.
Salazar colaboró con testimonio

Una de las implicadas fue Salazar, quien negoció con la Fiscalía un procedimiento abreviado. A cambio de una sentencia más leve, delató a todos los miembros de la red, y reveló la forma en que operaba.
Su testimonio es el punto fundamental de la audiencia preparatoria de juicio, que se realiza en la Corte Nacional, en Quito.
Los 23 implicados, con la experiencia que vivieron los implicados en el “Caso Metástasis”, buscan la forma de desacreditar a Salazar. En especial Fabiola Gallardo, expresidenta de la CJG, y considerada una de las cabecillas de la corrupción.

Su defensa insiste en que la excomunicadora, amiga de cabecillas criminales, no es honorable.
Sin embargo, la Fiscalía tiene muchas otras evidencias, que revelan los sobornos que recibía Gallardo, y las influencias que ejercía para sus “negocios”.