Gracias a una gigantesca operación, la Policía desbarató una peligrosa banda delictiva, conformada entre otros por elementos activos y pasivos de la propia institución y de las Fuerzas Armadas.
Los 13 hampones, incluyendo una mujer, utilizando uniformes de las fuerzas de seguridad, realizaban supuestos operativos y allanamientos en viviendas, de donde se sustraían artículos de valor.
La Fiscalía estableció que uno de los detenidos era policía en servicio activo, y otro era militar. Ambos eran los encargados de conseguir las ropas falsas, con las cuales todos se hacían pasar por agentes.
El arresto se produjo durante un total de 19 allanamientos, realizados de forma simultánea en varios inmuebles ubicados en las provincias de Pichincha, Guayas y Manabí.
Además de los detenidos, la Policía decomisó en poder de los antisociales armas de fuego, dinero en efectivo, vehículos, uniformes policiales, chalecos antibalas, un dron y otros indicios.
La investigación estuvo a cargo de la Unidad Nacional Especializada de Investigación Contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Unidot), y tomó más de un año de intensa labor de inteligencia.
Los delincuentes, según el reporte, utilizaban los uniformes para fingir operativos, y de ese modo perpetrar robos a domicilios y vehículos blindados de empresas de seguridad, así como para el tráfico de drogas.
En la audiencia de formulación de cargos, y con base en el pedido motivado de Fiscalía, el Magistrado dictó orden de prisión preventiva para todos los involucrados. El plazo de la instrucción fiscal será de 90 días.
