El objetivo del gobierno está trazado: el país debe aumentar su producción de petróleo a corto plazo.
La idea es llegar a los 550.000 barriles por día, mediante la renovación de contratos de empresas privadas, y la licitación de nuevos pozos.
El sector petrolero está decaído. Según cifras oficiales, el 2023 cerró con una producción de 490.000 barriles por día (bpd), cifra que bajó a 486.000 barriles este año.
La ministra de Energía, Andrea Arrobo, explicó que la caída de la reducción se debe más que nada a problemas en el despacho. Inconvenientes que obligan a almacenar el crudo que no es exportado.
Pero se mantiene una diferencia de 60.000 barriles, entre la producción actual y la proyectada. Arrobo precisó que en 15 días, en la página web del ministerio se presentará el Plan de Incremento de la Producción Petrolera.
La iniciativa se basa en la renovación de contratos con petroleras privadas. Acuerdos de exploración y perforación, es decir, creación de nuevos pozos. A ello se sumará la licitación de campos petroleros, y en especial la llamada “Ronda Sur Oriente”.
Además se realizaría la licitación del campo Sacha, en la provincia de Orellana, el de mayor producción en el país, considerado “la joya de la corona”, pues produciría 79.000 bpd, y de excelente calidad.
El Estado ya extendió el contrato petrolero a la china Andes Petroleum para Tarapoa, provincia de Sucumbíos, hasta el año 2040, lo cual implicará una inversión de 163 millones de dólares. Se esperan unos 700 millones de dólares en total en 2024, por la renegociación de los contratos en siete campos petroleros.
ITT no cerraría
Un factor clave para aumentar la producción, es no cerrar el bloque ITT, situado en el Parque Yasuní y que, de acuerdo a la consulta popular del año pasado, debe ser clausurado.
El gobierno está dispuesto a cerrarlo, pero en 5 o 6 años. El tema fue planteado ante la Corte Constitucional.
