El País .- El directorio ejecutivo del Fondo aprueba exenciones por incumplimiento de los objetivos debido a una “sequía sin precedentes y a desviaciones de las políticas”.
El Gobierno argentino recibe un salvavidas económico a dos meses de las elecciones generales. El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional aprobó este miércoles el desembolso pactado de 7.500 millones de dólares, que fortalecerá las magras reservas del Banco Central de la República Argentina. Los fondos llegan en un momento crítico para el peronismo gobernante: los episodios de saqueos de los últimos días han reavivado el miedo a una nueva caída de Argentina en el precipicio.
El FMI autorizó el desembolso tras aprobar la quinta y sexta revisión del acuerdo firmado con el país sudamericano para refinanciar la deuda que arrastra desde 2018 y que no ha podido devolver en los plazos establecidos. En un comunicado, el FMI admitió que Argentina incumplió los objetivos de acumulación de reservas y de reducción del déficit fiscal debido a una “sequía sin precedentes y a desviaciones de las políticas”. Aún así, votó a favor del nuevo paquete de ayuda económica para “salvaguardar la estabilidad y afianzar la sostenibilidad a medio plazo”.
En el medio plazo está la cita electoral del 22 de octubre y, de ser necesaria, la del 19 de noviembre. En esa segunda fecha se celebraría la segunda vuelta entre los dos candidatos a presidente más votados si ninguno de ellos gana con más del 45% de los votos o el 40% con diez puntos de distancia del segundo. De repetirse los resultados de las primarias del 13 de agosto, la batalla final sería entre Javier Milei, postulante por el partido de extrema derecha La Libertad Avanza que obtuvo el 30% de los votos, y Patricia Bullrich, representante de la coalición conservadora Juntos por el Cambio, que quedó a menos de dos puntos de distancia. Sin embargo, el 27% de los votos que respaldaron al peronismo gobernante y la incógnita que representa el 31% del electorado que se abstuvo dejan abiertas todas las opciones.
El Gobierno daba por sentado que el directorio ejecutivo del FMI aprobaría el acuerdo pactado en julio por su equipo técnico después de meses de duras negociaciones. La entrada de divisas supone un alivio pasajero. “Este desembolso garantiza un marco de estabilidad para la Argentina hasta fines de noviembre”, anunció en comparecencia de prensa el ministro de Economía y candidato a la presidencia por el peronismo, Sergio Massa. En ese momento, cuando ya se conocerá el nombre del presidente electo, el organismo internacional deberá aprobar la séptima revisión del acuerdo, de la que depende el desembolso de otros 2.700 millones de dólares.
Sin reservas en el banco central, Argentina golpeó a numerosas puertas para hacer frente a sus últimos vencimientos de deuda. Recibió un préstamo de mil millones de dólares del CAF – Banco de Desarrollo de America Latina y el Caribe y otro equivalente a 770 millones de dólares de Qatar, que serán devueltos cuando reciba la inyección del FMI. China aportó los fondos restantes gracias a un intercambio de monedas.
Reuniones con candidatos
Massa viajó a Washington para reunirse con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. La semana pasada, el organismo internacional mantuvo reuniones virtuales con los equipos de Bullrich y de Milei para conocer sus propuestas económicas. Los dos rivales opositores han anticipado que eliminarán las restricciones cambiarias impuestas por el Gobierno, que han fragmentado el mercado en múltiples cotizaciones, que oscilan entre los 365 pesos por dólar según el valor oficial a los 735 pesos por dólar a los que se cambia en el mercado paralalelo o blue. En medio está el tipo de cambio de los llamados dólares financieros, a los que recurren particulares y empresas para conseguir divisas mediante operaciones bursátiles.
El ministro de Economía informó que el FMI autorizó al Gobierno a intervenir en el mercado cambiario para sostener el valor de los dólares financieros y transmitir así “una situación de control de una de las variables de intranquilidad”. Además, anticipó que el viernes dará a conocer medidas destinadas a paliar el golpe por el aumento generalizado de precios tras la devaluación del 18% del peso el lunes posterior a las elecciones primarias.
Alberto Fernández afronta la recta final de su presidencia con la popularidad por los suelos y el país al borde de un nuevo incendio. “Les pido a todos los argentinos que cuidemos mucho la tranquilidad y la paz social”, dijo este miércoles en alusión a los saqueos que tienen en vilo al país y por los que ya hay cerca de un centenar de detenidos. Massa agregó que se compensará económicamente a los comerciantes afectados y se supervisará el trabajo de los jueces y fiscales a cargo de las causas abiertas por robos en distintas provincias para que apliquen todo el peso de la ley. “Lo que no nos puede pasar es que esos delincuentes entren por una puerta de la comisaría y salgan por la otra” dijo el candidato peronista en tono electoral.
El vencedor en las urnas asumirá como presidente de Argentina el 10 de diciembre, a 40 años de la recuperación de la democracia. Recibirá un país con la inflación más alta de las últimas tres décadas —se prevé que ronde el 140% a fin de año— y más del 40% de la población con ingresos por debajo de la línea de pobreza.