La demanda presentada por México contra Ecuador, ante la Corte Internacional de Justicia y las Naciones Unidas, no tiene asidero.
Para el excanciller de la República, Luis Gallegos, el gobierno mexicano quiere posicionar la tesis de que su par ecuatoriano “no quiere negociar”, en torno a la protección de los bienes que quedaron en la embajada, en Quito, y por eso exige medidas cautelares.
Sin embargo, nuestro país ha dejado en claro su total apertura al diálogo, y que protegerá tales bienes.
A raíz de la incursión de la policía ecuatoriana en la embajada, el pasado 5 de abril, y en la cual fue arrestado el exvicepresidente Jorge Glas, México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador, y ordenó el regreso inmediato de todo su personal. Desde entonces, plantea ante los foros internacionales que nuestro país sea castigado.
Gallegos precisó que este proceso, en el caso de las Naciones Unidas, tardaría varios meses en ser resuelto, posiblemente a principios del 2025. Y en su opinión, no cabe la expulsión de Ecuador, como plantea el régimen azteca, ya que eso solo se aplica ante reiteradas violaciones a las normas.
El excanciller también alertó sobre la campaña mexicana contra el gobierno ecuatoriano, pidiendo su expulsión del Mercosur, y votando en contra del crédito que nos concedió la Corporación Andina de Fomento.
Gallegos advirtió que, detrás de esta campaña, hay motivos electorales, ya que pronto serán las elecciones presidenciales. Es evidente que el presidente López Obrador, acotó, lo único que busca es beneficiar a su candidata.
Para el diplomático, Ecuador, en efecto, cometió una falta al entrar en una embajada extranjera. De ahí la importancia de promover por todo el mundo la narrativa correcta. Es decir, las faltas que cometió el presidente mexicano con sus torpes comentarios sobre la política ecuatoriana, y sobre todo del asesinato de Fernando Villavicencio, supuestamente para favorecer el triunfo electoral de Daniel Noboa.
Todos estamos de acuerdo en que México, y en especial López Obrador, buscan “camorra” con Ecuador, utilizando frases inapropiadas y metiéndose en nuestros asuntos internos, dijo. Algo que ya usó con Bolivia y Perú.