La crisis eléctrica que vive el país no es algo nuevo, y se veía venir desde hace algunos meses.
El exministro de Economía, Fausto Ortiz, recordó que tiempo atrás se advirtió sobre la inminente llegada del estiaje, y de los estragos que causaría a los embalses de las centrales hidroeléctricas. Y las consecuencias están a la vista.
Y si bien reconoció que el gobierno busca la forma de paliar el problema, los apagones ya están aquí.
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En diálogo con “Punto de Orden”, Ortiz estimó que el régimen debe mejorar su comunicación, pues todavía no queda claro si el corte de miércoles y jueves se debe, tal como anunció, al mantenimiento de equipos, o si en realidad es un racionamiento.
También exhortó a informar si los apagones de la próxima semana serán los últimos o continuarán, y cuál es la condición actual de la generación en el país.
Mayor presupuesto
El exministro precisó que cuando comenzó la crisis, el Ministerio de Energía apenas disponía de 60 millones de dólares de presupuesto, una cifra “ridículamente pequeña”. La misma aumentó de forma sustancial, gracias a una asignación del Gobierno de 324, para convertirlo en la Cartera de Estado con mayores recursos.
Sin embargo, no basta tener el dinero. También es fundamental actual con rapidez.
Problemas en centrales
Ortiz recordó que la central Toachi Pilatón, que arrancó en el 2008, recién comenzaría a operar. Es decir 16 años después, debido a problemas contractuales de construcción.
Parecida situación es la de Coca Codo Sinclair, que pese a sus fallas estructurales, es la más importante del país.
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Economía estancada
En otro ámbito, y al efectuar una evaluación de la situación económica del país, consideró que hay un grave estancamiento.
Como evidencia citó la caída en las ventas, e incluso en las importaciones de materia prima industrial, en un 20%. Estas cifras revelan que no hay demanda, dijo.
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En materia fiscal, precisó que del déficit con que cerró el país el 2023, y que bordeaba los 5.500 millones de dólares, hoy estamos cerca de 1.000 millones menos. Un avance, sí, pero que no alcanza.
Esta situación pone en riesgo la capacidad de pago del Ecuador, en cuanto a su deuda externa, acotó el exministro.
