En medio de un enorme operativo de seguridad, el ex vicepresidente de la República, Jorge Glas, fue trasladado a la Cárcel “La Roca”, de Guayaquil, la de máxima seguridad del país.
Glas fue detenido la noche del viernes en la Embajada de México, en Quito, tras una incursión de agentes policiales de élite.
El gobierno mexicano le había concedido asilo diplomático, y exigía que Ecuador le otorgue el respectivo salvoconducto para que salga del país. Pero el régimen de Daniel Noboa advirtió que no lo daría, porque Glas afronta cargos por delitos comunes, y no políticos.
El exvicepresidente debe terminar de cumplir su sentencia por el llamado “Caso Sobornos”, ya que le negaron el pedido de prelibertad. Además, fue condenado por el “Caso Odebrecht”, y tiene orden de prisión preventiva por posible peculado en el “Caso Reconstrucción de Manabí”.
Luego de extraerlo de la legación, un reducido grupo de simpatizantes se apostó en las afueras, para protestar por la captura. Sin embargo, su movimiento duró pocos minutos y no mereció mayor atención.
Traslado en blindados
La noche del viernes, tras la incursión policial y la detención, el ex segundo mandatario fue llevado en un vehículo blindado a la Unidad de Flagrancia, en el norte de Quito, donde una jueza legalizó todo lo actuado, y confirmó el arresto.
Una imagen muestra a Glas dentro del carro, esposado y alterado.
Tras el respectivo examen médico que determinó que no sufre problemas de salud, el exvicepresidente fue llevado a la Base Aérea de Quito, donde un vuelo militar lo trasladó a Guayaquil. Ahí, en otro carro blindado con fuerte escolta, pasó a “La Roca”, donde ya está internado.
Cerca de las 10h15 de este sábado, el vehículo con Glas a bordo ingresó al Centro de Privación de Libertad Zonal 8, cárcel donde está ubicada La Roca. Cerca de 15 carros, entre policiales y militares, conformaron la caravana, encargada del movimiento del dirigente del correísmo.