El oficial se planteó, entre otros retos, actualizar el plan de fortalecimiento y modernización institucional con un presupuesto de $ 1.200 millones.
Fausto Lenín Salinas Samaniego, con 34 años de servicio en la institución policial, se convirtió en el tercer comandante general de la Policía en el gobierno del presidente Guillermo Lasso.
El pasado jueves 5 de mayo, Lasso, mediante Decreto Ejecutivo 422, designó a Salinas como jefe policial en remplazo del general Carlos Cabrera.
Este lunes, 9 de mayo, en un acto realizado en el Distrito de Policía Eugenio Espejo, en el norte de Quito, hubo la presentación del alto mando policial al que asistió el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
Salinas asumió horas después de registrarse un amotinamiento en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Salinas sostuvo que con el nuevo mando forjarán metas ambiciosas y contundentes, entre ellas: el respaldo al Isspol para la recuperación del capital que fue “vilmente” desviado por “ambiciosos miserables”, mejorar el clima laboral en las unidades policiales, graduación anticipada de 700 policías para que presten su servicio en zonas conflictivas, incremento de 30.000 nuevos policías, actualizar el plan de fortalecimiento y modernización institucional con un presupuesto de $ 1.200 millones que servirán para la renovación, logística, tecnológica y de infraestructura.
Además, que la universidad de la Policía pueda iniciar sus actividades, por lo que pidió apoyo a la Asamblea Nacional; diseñar y presentar la propuesta de un nuevo reglamento de disciplina y fortalecer la cooperación internacional.
Es un difícil reto el planteado, pero con los lineamientos y la inversión gubernamental se afianzará el prestigio de la Policía, sostuvo al dirigirse al ministro Carrillo.
El secretario de Estado mencionó que el nuevo mando policial está preparado para gestionar las crisis y pidió no tratar solamente de entender la conducta humana de los delincuentes, sino descifrar la mente policial para alcanzar mayores niveles de motivación y alto desempeño.
“Su designación no es accidental, no es lotería, es una apuesta ganadora. Necesitamos revaluar las estrategias ante el fenómeno criminal, ante la violencia”, dijo Carrillo.
El ministro agregó que el mando policial asume su tarea en medio de una “tormenta de necesidades y de críticas sobre la ineficiencia de las instituciones de control”.
Agregó que no se analiza adecuadamente la dinámica geo-estratégica que tiene el crimen organizado y las economías ilegales.
Salinas tiene una especialización en Alta Gerencia y Administración de la Seguridad, Diplomado en Alta Gerencia, Diplomado en Seguridad Ciudadana, Planificación.
Fue director general de Seguridad Ciudadana y Orden Público, comandante del Distrito Metropolitano de Quito, subsecretario de Policía, entre otros cargos.
Manuel Íñiguez es el subcomandante general de la Policía.
Los cambios dentro de la entidad policial se dan en medio de un estado de excepción para combatir al crimen organizado.
Fuente: El Universo
