La única manera de solucionar la actual crisis eléctrica del Ecuador, es mediante la inversión privada.
Así lo advirtió Nicolás Romero, exgerente de INECEL, ahora Cnel.
Romero explicó que, debido a la falta de mantenimiento, solo 6 de las 21 centrales térmicas del país funcionan adecuadamente. Y qué decir de las hidroeléctricas, casi paralizadas por falta de agua.
- LEER TAMBIÉN: Gobierno reduce horarios de apagones por mejoría en centrales
- LEER TAMBIÉN: Presidente Noboa reconoce que Ecuador vive “un caos” por los apagones
Excesivos gastos
Asimismo, hizo notar que las llamadas “pérdidas negras”, por robo de energía, alcanzan el 17 o 18% de la generación. Una cifra enorme.
A esto se suma un exceso de trabajadores y de privilegios.
La situación podría agravarse aún más, si dijo, si tomamos en cuenta que el verdadero estiaje comenzaría en octubre, y se extendería hasta marzo del próximo año.
Ecuador tiene una demanda energética de 4.800 megavatios (MW), de los cuales apenas produce 3.000. es decir, tiene un déficit considerable.
Lo peor es que cuando el gobierno de Guillermo Lasso quiso contratar 500 MW con la empresa privada, la Corte Constitucional tiró abajo el proceso, debido a un reclamo de las propias empresas eléctricas, que se oponían a la rentabilidad establecidas en un fideicomiso.
Fin al “mamotreto de Montecristi”
Para Romero, la única forma de abrir la puerta a la inversión privada, es poniendo fin al “mamotreto de Montecristi”, como llamó a la actual Constitución.
La misma, explicó, estableció las supuestas empresas estratégicas, que limitan su manejo al Estado.
El exfuncionario precisó que, sin inversión privada, el sector energético corre peligro de colapsar.