Un frío demoledor y un sol brillante a más no poder colorean el campo de los Osos de Madrid en Rivas, uno de los equipos de fútbol americano de la capital. Sin embargo, y solo por un día, el recinto se convierte en un pedazo de Chicago. Por su césped desfilan un sinfín de hombres y mujeres enfundados en las equipaciones de los Bears, uno de los equipo más famosos de la NFL, la liga de fútbol americano. Solo se habla inglés y los balones comienza a volar desde bien pronto mientras los entrenadores dan instrucciones a los asistentes para realizar los ejercicios pertinentes. Incluso aparece el medallista olímpico Saúl Craviotto por el lugar, nadie quiere perderse el espectáculo.
La extraña combinación se debe a que la NFL, desde hace un año, desarrolla un plan para presentar su liga y deporte a Europa. Casi como si se tratase de movimiento imperialista, las 32 franquicias de la liga se repartieron los países del Viejo Continente para ampliar el negocio, ya que pese a ser un exitoso producto deportivo, el fútbol americano solo se practica con regularidad al otro lado del charco, y es una dinámica que Roger Goodell, presidente de la organización, se ha propuesto cambiar. Y los Chicago Bears, junto a los Miami Dolphins, serán los encargados de traerlo a España.
Entienden los norteamericanos que son los más jóvenes los que pueden ayudarles a conseguir su propósito y es por eso que más de 120 niños participaron en las diferentes actividades que los Bears tenían preparadas. Además de la diversión, siempre con una pelota en la mano, los cachorros tuvieron dos maestros de ceremonias de élite. De entre todos los presentes destacaba, por diferencia abismal, Roberto Garza, jugador de los Bears durante casi una década y subcampeón de la NFL en 2007.
«La NFL quiere que el fútbol americano crezca en España. Este año va a haber siete partidos en Europa y ojalá lo antes posible puede jugarse uno aquí», explica a ABC el center en un castellano prácticamente perfecto pues, pese a haber nacido en el estado de Texas, sus raíces se encuentran en México. Su papel es el de embajador pero poco tarda en mojarse de cara a la Super Bowl del próximo domingo. «Jugué toda mi vida en la Conferencia Nacional y voy con los Eagles. Va a ser un partido muy cerrado, con los dos mejores quarterbacks del momento (Mahomes y Hurts) cara a cara. La clave estará en la línea defensiva», argumenta Garza.
Fuente: ABC
