Pese a sus 38 años y en una temporada de vaivenes junto a Los Angeles Lakers, LeBron James (Akron, Ohio, 1984) ha sacado fuerzas para ascender definitivamente al Olimpo del baloncesto. Al alero le faltaban 36 puntos para pulverizar la inabarcable cifra y, con una nueva actuación monstruosa, anotando 38 tantos, contra los Oklahoma City Thunder, se ha convertido esta madrugada en el máximo anotador de la historia de la NBA con 38.390 puntos, uno de los grandes récords de la historia del deporte, en palabras del propio James. El elegido, el rey, pone de esta manera un broche de oro a una carrera de leyenda.
Si te acabas de levantar…
Buenos e históricos días pic.twitter.com/oggoWuW2ox
— NBASpain (@NBAspain) February 8, 2023
Más quilates si se tiene en cuenta que destrona a Kareem Abdul-Jabbar, legendario pívot, también de los Lakers, que tenía secuestrado el registro desde 1989. Pese a que ambos han tenido sus roces en lo últimos años, la mayoría relacionados con la poco contundente postura de James ante la vacunación contra el Covid, el exjugador quiso entregarle el relevo a James de primera mano y observó desde primera fila del Crypto Arena (el antiguo Staples Center), cómo su marca agonizaba con el paso de los minutos. No hubo rencillas y los dos máximos anotadores de siempre se fundieron en un emotivo abrazo mientras la afición californiana, que llegó a pagar hasta 100.000 euros por una entrada en la reventa legal, abrazaba un éxtasis que por momentos pareció infinito. «La gente pensaba que el récord nunca se superaría», aseguró James tras volar la muralla.
El cazador de récords
James llegó a la NBA hace 20 años directamente desde el instituto y pese a que a los 18 años la prensa estadounidense ya le otorgaba un aura casi divina, el alero ha conseguido batir las expectativas. Nunca ha dejado de anotar, de rebotear, de asistir y, por supuesto, de ganar. Nadie acumula tantos récords como el de Akron, imbatible desde su debut hasta la gloriosa vejez por la que transita en la actual temporada. Más partidos seguidos con al menos 10 puntos (1.096), más partidos de al menos 20 puntos (1.135), máximo anotador de los playoffs de la NBA (7.631), más veces elegido como mejor jugador del mes de una conferencia (64), único jugador en alcanzar los 30.000 puntos, 10.000 rebotes y 10.000 asistencias, cuarto máximo asistente de la historia de la liga… Los adjetivos se acaban para un jugador que, pese a sus esfuerzos y altísimo nivel en las últimas temporadas, ha destilado que su nivel de juego no ha ido de la mano de la calidad deportiva de su equipo, Los Angeles Lakers.
Máximo anotador
histórico de la NBA
Top-5
Por
partido
Total
Kareem Abdul-Jabbar 20 temporadas
1.560 partidos
LeBron James
puntos en
20 temporadas
Karl Malone
19 temporadas
1.476 partidos
puntos por partido
1.410 encuentros
Kobe Bryant
20 temporadas
1.346 partidos
Michael Jordan
15 temporadas
1.072 partidos
Puntos por temporada
Los Ángeles Lakers
Miami Heat
Cleveland Cavaliers
Efectividad de
tiro por temporadas
% tiros
de campo
0,7
% tiros
3 ptos.
% tiros
libres
0
2.500
% tiros
2 ptos.
2.478
2.175
2.132
2.000
2.250
2.304
1.654
2.258
1.000
2.111
1.683
500
2.036
2.089
1.743
1.920
1.126
1.954
1.505
1.328
2.251
1.698
1.695
Fuente: NBA, Basketball-Reference.com y elaboración propia / ABC / J. Torres
Los californianos, pese a ser la franquicia más laureada de la NBA juntos a los Boston Celtics (17 campeonatos) y haber ganado uno de los anillos más laberínticos que se recuerden (en 2020, cuando la temporada se jugó en dos tandas a causa del coronavirus), viven actualmente en la indefinición. Su alta masa salarial y los recurrentes problemas de lesiones de Anthony Davis, su segunda estrella, han convertido a un equipo acostumbrado al glamour y al éxito en un kit de supervivencia. Sufren los angelinos por meterse en los playoffs, una fase que no alcanzan desde 2020, cuando fueron campeones y, esta temporada, aunque han crecido como grupo según avanzaba la campaña, no tienen asegurado ni el meterse en el playin, una segunda oportunidad de llegar a la postemporada para los rezagados en la competición. «No quiero terminar mi carrera jugando a este nivel desde un aspecto de equipo. Soy un ganador. Y quiero ganar y darme la oportunidad de ganar y todavía competir por un título… Jugar a baloncesto a este nivel sólo para jugar a baloncesto no está en mi ADN», llegó a asegurar el de Ohio cuando los Lakers amenazaban con tocar fondo. Sin embargo, James parece haberse tomado como algo personal el que los Lakers vuelvan a la carrera por el título.
Más allá de su evidente genialdad sobre una cancha de baloncesto, James siempre ha asegurado que lo que le ha permitido llegar a las últimas estancias de su carrera a tan buen nivel ha sido su casi obsesiva preocupación por su cuerpo. Como ha confirmado en varias ocasiones, James se gasta cerca de un millón de euros al año en su salud, una mezcla de máquinas de última generación (cámaras hiperbáricas y de crioterapia), fisioterapeutas y cocineros, además de tener en su lujosa mansión un gimnasio tan bien equipado como el del campo de entrenamiento de su equipo.
Con contrato hasta la temporada 24-25, tiempo en el que percibirá cerca de 90 millones de euros, el hombre eterno, ese al que le quedan muy pocos sueños que cumplir, tiene entre ceja y ceja dar carpetazo a su carrera con un último anillo y ser compañero de vestuario de su hijo Bronny, que el año que viene podrá presentarse al draft de la NBA. El tiempo ha demostrado que es mejor no apostar contra él.
Fuente: ABC Deportes