El nuevo sistema de evaluaciones del sistema educativo, establecido en un acuerdo del Ministerio de Educación, genera algunas confusiones entre estudiantes, profesores y padres de familia.
El mecanismo establecer que los alumnos, desde octavo año de educación básica hasta tercer año de bachillerato, deberán repetir el año escolar, en el caso que no alcancen el puntaje establecido.
Los chicos deberán obtener al menos siete puntos sobre los diez posibles.
En el caso que obtengan entre 4 y 6,99 puntos, deberán someterse a un examen supletorio. En el mismo su calificación mínima tendrá que ser de 7/10, pues caso contrario perderán el año.
La misma suerte correrán los estudiantes de los mencionados ciclos, que sumen promedios menores a 4 puntos.
En cambio, los alumnos de entre segundo y séptimo año de educación básica, no perderán el año lectivo por bajas calificaciones. Esta medida busca evitar la deserción escolar, pues muchos menores, debido a diversos problemas sociales, a veces tienen bajones que no les permiten lograr las calificaciones adecuadas.
Dentro del Acuerdo Ministerial, la titular del despacho, Alegría Crespo, advirtió que repetir el año “afecta emocionalmente a un estudiante, y afecta a la familia. Nosotros queremos evitar este escenario, innecesario en muchos casos y necesario en otros”.
La reforma también establece que los alumnos que culminen el bachillerato, deberán realizar un trabajo académico o un examen sumativo, en el cual deberán alcanzar un mínimo de 7/10. En caso de no lograr esa calificación, podrán rendir una evaluación complexiva.
Se calcula que la población estudiantil del país supera los 4 millones de chicos.
