A pesar de la difícil situación económica, y del retraso en la transferencia de recursos del gobierno central, el Municipio de Guayaquil no suspenderá las obras planificadas para el presente año.
Así lo afirmó el alcalde, Aquiles Álvarez, durante el enlace radial que realiza todas las semanas.
Álvarez recordó que la situación financiera del cabildo es muy complicada, debido a las deudas que mantiene el Estado. Sin embargo, existe el propósito de mantener inalterable el plan de obras.
Entre ellas citó la repavimentación de 84 kilómetros de vías urbanas, un proyecto que tiene un costo de 8,4 millones de dólares.
Esta iniciativa en particular incluye la reconstrucción del sistema hidrosanitario, que ya tenía 70 años de vida.
En este marco, Álvarez anotó que el Municipio ejerce presión especial sobre ciertos contratistas incumplidos, a quienes se aplican multas. Por ejemplo, el que repavimentó la vía Perimetral ya tiene en contra 200.000 dólares, debido a la mala calidad del asfalto utilizado.
Lo mismo se realiza con los responsables de obras abandonadas. Contra ellos se implantaron ya acciones legales, a fin de dar por terminados los contratos y ejecutar las garantías respectivas.
Remate de bienes
Por otra parte, el alcalde anunció el remate de 19 bienes, propiedad del cabildo, y en su mayoría situados en Puerto Santa Ana.
En los primeros días de marzo se lanzará la convocatoria respectiva.
Asimismo, Álvarez precisó que se mantiene el llamado impuesto por mejoras, que se cobra junto al impuesto predial.
En el 72% de los casos, dijo, el usuario apenas tiene que pagar entre uno y 20 dólares, y ahora con una prórroga de 5 meses, pues la administración piensa en el bolsillo de la gente.
En cuanto a la situación de la Metrovía, explicó que es muy compleja, ya que las concesionarias de cada una de las 3 troncales, que por ley no pueden incrementar los pasajes, se ven incapaces de mejorar el servicio, y en especial de comprar nuevas unidades.
De ahí la necesidad de realizar en el futuro nuevos contratos, con mejores condiciones para todos, pero sin perjudicar a los usuarios.
Por último, destacó la campaña que realiza la ATM para mejorar su servicio, y en especial su imagen ante el público.
El personero aclaró que la institución ya no es solo “una caja recaudadora”, y señaló que está en marcha una iniciativa que evite las coimas, mediante el uso de cámaras en video en los pechos de los agentes.
Álvarez reconoció que, para muchos guayaquileños, la ATM se convirtió en sinónimo de asco, y que solo podrá lavar esa imagen con transparencia.
