El presidente electo, Daniel Noboa Azín, deberá tomar medidas económicas inmediatas, para dar el “golpe de timón” que tanto necesita el país.
En diálogo con “Punto de Orden”, el ex ministro de Economía, Fausto Ortiz, recordó que el 2023 cerrará con un déficit fiscal importante, que según sus cálculos bordeará los 4.500 millones de dólares. Una cifra que debe ser recortada a toda costa.
Según Ortiz, una buena forma de hacerlo sería mediante la focalización de los subsidios a los combustibles. Solo el diésel representa por año al Estado, un gasto de cerca de 3.000 millones de dólares, mientras en el caso de la gasolina, alcanza los 1.300 millones.
Es decir, sumando ambos combustibles hay un egreso de 4.300 millones. Casi el equivalente al déficit fiscal.
El subsidio al gas de uso doméstico, en cambio, llega a 900 millones anuales, pero por su efecto social, es difícil tocarlo.
Para el analista, el nuevo gobierno debe adoptar medidas que permitan dirigir el beneficio de los combustibles, para que solo llegue a sectores sensibles. Por ejemplo, el de la transportación.
Recorte de IVA puede ser efectivo
Al analizar el anunciado recorte del IVA para el sector de la construcción, que Noboa prometió dejar en el 5%, Ortiz opinó que será una medida positiva, pues, en efecto, se trata de una actividad que genera mucho movimiento y empleo.
Sin embargo, aunque a nivel fiscal no afectaría demasiado al Estado bajar el IVA a la construcción, es evidente que habría que buscar alguna compensación, a menos que la propia actividad crezca en tal nivel, que equipare esos 7 puntos rebajados.
El ex ministro puntualizó que el nuevo gobierno no tendrá mucho tiempo para experimentos, pues hay una urgencia por resultados, como lo demuestran las cifras macro. Por ejemplo, la exportación camaronera, tan importante para el país, sufre por la caída internacional de los precios; el crecimiento económico del 2023 no pasará del 1%; y el Producto Interno Bruto y el empleo formal, están en los mismos niveles del 2018.
Tampoco es bueno el balance en la inversión extranjera, que se proyectaba a principios de año en 800 o 900 millones de dólares, y que no llega ni a la mitad.
Fausto Ortiz sí rescata algo de la gestión de Guillermo Lasso: la firma de los tratados de libre comercio con China y Corea del Sur, que permitirán aumentar nuestras exportaciones, y nos ayudará a importar tecnología mucho más barata.
