La Asamblea General de Naciones Unidas, por abrumadora mayoría, aprobó la adhesión de Palestina como estado de pleno derecho.
Sin embargo, su llamado no es vinculante, ya que quien toma la resolución es el Consejo de Seguridad.
Lo que sí generó la jornada es la fuerte reacción en contra de Israel, apoyado por Estados Unidos y Argentina.
La propuesta fue presentada por Emiratos Árabes Unidos, y tuvo el respaldo de España, Noruega, Irlanda, Bélgica y otros 70 estados. En total fue aprobada por 143 de los 193 países miembros de la ONU.
Entre los que votaron en contra estuvieron, además de Estados Unidos, Israel y Argentina, naciones como República Checa y Hungría.
La resolución concede a Palestina nuevas competencias, que superan su estatus actual de “estado observador no miembro”. Sin embargo, no contará todavía con derecho a voto, ni podrá presentarse candidata a los organismos de la ONU.
Para el gobierno israelí, esta fue una “absurda decisión, pues premia a los terroristas de Hamás, tras cometer la mayor masacre de judíos desde el Holocausto, y perpetrar los crímenes sexuales más atroces que el mundo haya visto”.
Israel afirma que la medida “demuestra el sesgo estructural de la ONU que, bajo el liderazgo del secretario general, António Guterres, se ha convertido en una institución irrelevante”.
Según el Estado judío, “los palestinos no cumplen los criterios de la ONU para ser un Estado”.
