Un cerco de vallas metálicas rodea desde este sábado el Palacio de Gobierno, en Quito, ante la amenaza de un posible golpe de Estado.
Además de esta protección, elementos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional ejercen controles en los alrededores del tradicional edificio, sede oficial del presidente Daniel Noboa.
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El resguardo se debe a las amenazas de grupos opositores, que a través de la Asamblea Nacional pretendían imponer al mandatario una licencia no solicitada, mientras dure la campaña electoral. En el interín, planeaban posesionar a Verónica Abad como presidenta encargada.
La propia Abad, en un video difundido en redes sociales, anunció que este domingo iría a tomarse el poder, pese a que no cuenta con el respaldo ni de la Policía ni de las Fuerzas Armadas.
El Gobierno ratificó que la licencia no es obligatoria, pues de acuerdo a un fallo de la Corte Constitucional, Noboa está completando el periodo que dejó pendiente Guillermo Lasso. Por tanto, buscará una “elección” y no una “reelección”.
Abad, de vacaciones
Además, la propia Abad se declaró en vacaciones, sin pedir licencia al Parlamento, como señala la ley. Con ese argumento no viajó a Turquía, como ordenó el gobernante, para cumplir funciones de consejera comercial de la embajada ecuatoriana.
Noboa Azín designó a Cynthia Gellibert como vicepresidenta encargada, mientras dure la ausencia de la segunda mandataria.
Un nutrido grupo de simpatizantes del Gobierno llegó a los exteriores de Carondelet, para expresar su respaldo al presidente, y rechazar lo que califican como “afanas golpistas” del correísmo, el PSC y Construye.
Presidente saluda
La espera tuvo frutos, pues cerca del mediodía, el presidente salió al balcón del Palacio de Gobierno para saludar a sus simpatizantes.
El mandatario estuvo acompañado por algunos de sus ministros.