El “Caso Metástasis”, iniciado por la Fiscalía, revela el fuerte vínculo que existe entre el narcotráfico y muchos operadores de la sociedad, tanto políticos como económicos, judiciales, policiales y hasta periodísticos.
Arturo Torres, reportero del portal “Código Vidrio”, explicó que esta peligrosa relación se acentuó a raíz del año 2007, gracias a medidas que favorecieron la llegada y presencia del crimen organizado, que logró enraizarse en la sociedad.
Como resultado de tales políticas, dijo, las estructuras de la función judicial, la Policía Nacional y muchas otras instituciones se “contaminaron”. Y uno de los primeros responsables fue Leandro Norero, quien operó libre de persecución, gracias a la creación de numerosas empresas que le servían de fachada.
Torres advirtió que todos los medios serios del país, en algún momento pueden ser tentados de relacionarse con esas empresas vinculadas al narcotráfico, sea mediante financiamiento o pautas. Por ello es tan necesario ser cuidadoso.
Hay que depurar a la sociedad
A su criterio, si el presidente Noboa quiere combatir este problema con la ayuda de una consulta popular, primero debe depurar a la sociedad. Y en especial a la función judicial, pues de nada servirá reformar leyes y tomar medidas, si malos elementos siguen como jueces y fiscales.
Tampoco tendrá éxito una nueva política de seguridad, o fortalecer a la Policía y a las Fuerzas Armadas, si en ambas instituciones hay integrantes que laboran clandestinamente para el narcotráfico.
Estos actores, apuntó, se “mimetizan” con el crimen organizado.
También restó importancia a las amenazas que lanzó Javier Jordán, de enjuiciar en Estados Unidos a la fiscal Diana Salazar, por supuestas calumnias.
Tal vez Jordán, implicado como posible testaferro del fallecido narcotraficante Leandro Norero, desconozca el apoyo que brinda el gobierno estadounidense a la investigación, dijo. O peor aún, que no sepa que no puede enjuiciar a Salazar fuera del país.
Más bien deberían explicar el pago de 250.000 dólares a un juez, que ya está detenido, por conceder la libertad al ex vicepresidente Jorge Glas, o refutar las abundantes pruebas de su vínculo con el tráfico de drogas.
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