Ana Milagros Parra es una politóloga venezolana, y sigue de cerca los reclamos sociales en su país contra el régimen chavista.
La presión popular en Venezuela empieza a dar resultados. El presidente Nicolás Maduro está cada vez más solo.
Para la politóloga venezolana, Ana Milagros Parra, es cuestión de tiempo para caída.
Parra no consideró un fracaso que sea negada la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA), que exhortaba a Maduro a permitir la apertura de las actas electorales. Más bien mostró algo impensado hasta hace poco tiempo: a los aliados del chavismo abstenerse, y no votar abiertamente en contra, signo de que saben el costo de reconocer a un presidente que no fue electo de forma legal.
Si bien nadie esperaba que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), reconociera un triunfo electoral de la oposición, debido a su manejo abiertamente gubernamental, quedó en claro que el mundo entero se ha dado cuenta de la verdad.
Parra advirtió que las elecciones, por sí solas, no serían un mecanismo de transición, ya que se esperaba un fraude. Sin embargo, sí se convirtieron en una herramienta muy poderosa dentro de una estrategia más grande: la presión social.
Solo manteniendo las ganas y la convicción, se podrá capitalizar el objetivo de todos: la libertad, dijo.
Maduro debe saber, agregó, que le será más costoso quedarse en el poder que salir de él.
La experta reconoció que su país vive un clima de represión, con muertos, heridos, detenciones y desapariciones forzadas. Pero esa violencia solo proviene del gobierno hacia el pueblo.
Sin embargo, Parra anotó que el “músculo de represión” del chavismo ha perdido fuerza, a pesar de la presencia de grupos irregulares.
Las elecciones ya fueron una gran victoria, estimó Parra. Hace pocos meses no creíamos en la opción de tener un candidato. Ahora contamos con una herramienta de presión.
