Las personas que se ven a sí mismas como atractivas son más propensas a actuar de forma egoísta, incluso a expensas de los demás, según una nueva investigación.
“Nuestra investigación sugiere que, en lugar de mostrar reciprocidad tratando a los demás con amabilidad, las personas atractivas tienden a dar por sentado esos tratos y creen que tienen derecho a más. Evitar estos sesgos podría ser una solución fundamental para reducir el comportamiento interesado entre los individuos atractivos”, escribieron los autores.
Muchos estudios han demostrado que ajustarse al estándar de belleza mejora la percepción que la gente tiene de nosotros. Las personas atractivas son vistas como más inteligentes, seguras y dignas de confianza, en lo que se ha considerado un “pretty privilege” (privilegio bonito).
Para su estudio, publicado en Evolution and Human Behavior, los investigadores querían averiguar si ser atractivo puede influir en el comportamiento de una persona. “De acuerdo con la naturaleza autocumplida de ‘lo que es bello es bueno’ de la psicología social, los individuos atractivos deberían interiorizar los estereotipos positivos de quienes los perciben y, finalmente, desarrollar un comportamiento positivo como el que esperan los demás, actuando de forma agradable y desinteresada”, aseguraron.
Y añadieron: “Por el contrario, la perspectiva evolutiva del atractivo predice que los individuos atractivos actuarían de forma egoísta debido a un sentimiento de merecimiento derivado de su ventaja evolutiva y su poder de negociación”.
Fuente: Infobae