Ante aquello, los uniformados se trasladaron a ese sector con las unidades especializadas. Ya en el sitio, encontraron a ocho personas a bordo de un automóvil y una motocicleta. Ellos huyeron de la zona al percatarse de la presencia policial y dejaron abandonados los vehículos.
En primera instancia se aprehendió a Leonardo S., quien se identificó como el dueño del automóvil. Los uniformados entrevistaron a varios habitantes del sector, quienes informaron que en un inmueble se escondieron otros sospechosos.
Minutos después se encontró a Gary M., a Adonis L. y a Seider P.
Este último afirmó que estaba retenido en contra de su voluntad y manifestó conocer el sitio donde enterraron el cuerpo de Johan Q. Ch., el hijo de la mujer que recibió la llamada y con quien fue secuestrado la noche del 24 de octubre.
Luego de la inspección, los servidores policiales encontraron dos cuerpos desmembrados, una osamenta humana y varias prendas de vestir.
La Policía también aprehendió a Exon B., Leonel A. y Jefferson A. en el interior de otro inmueble del sector.
A ellos se les encontró un arma de fuego con tres alimentadoras, dos artefactos explosivos, municiones y cinco teléfonos celulares. También se capturó a Tomy V., porque llevaba 35 gramos de marihuana.
Todos fueron procesados por Fiscalía en tres diferentes audiencias de calificación de flagrancia y formulación de cargos.
A Gary M., Adonis L., Seider P. y Leonardo S. se los procesó por el presunto delito de asesinato; a Exon B., Leonel A. y Jefferson A., por el delito de tráfico ilícito de armas de fuego; y a Tomy Jair V. B. se le imputó el delito de tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización en mediana escala.
Pese a que inicialmente Seider P. mencionó que estaba secuestrado por los antisociales, fue procesado por la Fiscalía por el delito de asesinato debido a que la institución encontró elementos que harían presumir su participación en ese ilícito.
Los jueces que conocieron estas causas ordenaron prisión preventiva para todos los imputados.
