La Agencia Municipal de Tránsito de Quito, con el apoyo de la Policía Nacional, inició un polémico operativo contra los conductores, que rebasen los 60 kilómetros de velocidad en los límites de la ciudad. De acuerdo a las nuevas regulaciones, que generan numerosos reclamos, conducir a más de 60 kilómetros por hora podría llevar al conductor a la cárcel, además de recibir una multa equivalente a un salario básico, y reducción de puntos en la licencia. Ir de 50 a 60 kilómetros significaría una multa menor, aunque no prisión. Con radares en mano, agentes de la AMT iniciaron este martes controles en el sur de la capital, especialmente en sitios estratégicos como las avenidas Maldonado, Juan León Mera, América y 6 de Diciembre. Y en pocas horas ya hubo varios sancionados y un detenido. Y aunque supuestamente las reglas están claras, los choferes afectados calificaron esta acción como un abuso. A los conductores que excedan los 50 km/h en vías urbanas, se los sancionará con una multa de 138 dólares, equivalente al 30% de un salario básico. Y quienes superen los 60 km/h irán tres días detenidos, y deberán pagar una multa de 460 dólares. Para vehículos de transporte público de pasajeros, el límite de velocidad máxima, en zona urbana, es de 40 km/h y el rango moderado es de 40 a 50 km/h. Demanda Varios sectores expresaron su rechazo a esta reforma. Incluso hay un grupo de juristas que anuncia una demanda ante la Corte Constitucional, para que declare la total ilegalidad de la disposición, pues contempla sanciones totalmente desproporcionadas a la supuesta infracción. Además, mencionan que los agentes de la AMT se ocultan en sitios estratégicos, para sorprender a los propietarios de los vehículos.