La reciente decisión del gobierno de Daniel Noboa, de posponer los pagos al Banco Central para aliviar la carga fiscal, preocupa a los especialistas en manejo económico.
Para Alberto Acosta Burneo, lo que pretende hacer el Ejecutivo es “tapar un hueco” a costa de abrir otro, pues el dinero que no pague en el 2024, en algún momento tendrá que cubrirlo.
El analista advirtió que es una pésima idea, pues incluso pone en riesgo la dolarización.
Acosta recordó que el permanente aumento del gasto, sobre todo en burocracia, aumenta la brecha fiscal y el déficit.
Soluciones
A su criterio, el presidente Noboa debe atacar el problema de frente. Y el primer paso es eliminar los subsidios a los combustibles, lo cual podría hacerse de forma gradual.
Una opción sería reintroducir la banda de precios que regía en el gobierno de Lenín Moreno, y que permitía reajustes parciales de hasta un 3%.
A fin de no causar un excesivo impacto social, estimó que ciertos sectores, como la transportación, deberían recibir determinadas compensaciones, que les permita mantener su actividad.
Asimismo, y de forma paralela, el gobierno debe cortar de raíz gastos inútiles, lo cual incluiría la eliminación de empresas e instituciones que no aportan al Estado. Esta medida debe incluir un recorte sustancial en el aparato burocrático.
Acosta Burneo precisó que el régimen debe centrarse en salud, educación, seguridad y transparencia. Otros factores pueden ser recortados o suprimidos.
Caso contrario, acotó, iremos “de emergencia en emergencia”, tomando medidas para salir de un problema antes de entrar en otro.
Además, el 2024 será muy complicado, dijo. La administración no recibirá recursos de la explotación petrolera en el bloque ITT, del Parque Yasuní, debido a los resultados de la consulta popular de febrero, y además debe desembolsar una fuerte suma para cerrar los pozos.
Sumando ambos rubros, hablamos de casi 1.400 millones de dólares.
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