El reciente éxito obtenido por el expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, ya no le parece suficiente.
Dos juezas de la Corte Nacional aprobaron su pedido, y ordenaron que sea cambiado de la Cárcel “La Roca”, de Guayaquil, la de mayor seguridad del país, a la Cárcel 4, de Quito, donde podrá contar con servicio de internet un mínimo de 8 horas al día, y visitas ilimitadas de sus abogados.
El argumento para el cambio fueron el supuesto “trato degradante” que sufría Terán en “La Roca”, y los estragos sicológicos del encierro.
Pero para el expresidente del CJ, y figura central en varios casos de corrupción judicial, ya no es suficiente la Cárcel 4. Cabe recordar que Terán está implicado en delincuencia organizada, por crear una organización de jueces y funcionarios, que cobraban enormes sumas por favorecer a cabecillas criminales, incluyendo el fallecido narcotraficante Leandro Norero.
En un nuevo pedido a la Corte Nacional, planteó un nuevo recurso de habeas corpus en procura de su liberación. Según dijo, “por haberse comprobado que en prisión mi vida y mi salud mental están en constante peligro”, aunque sin dar detalles.
Pero no es todo. También pide que se suspenda de las funciones de Fiscal General del Estado, a Diana Salazar Méndez, y de fiscal subrogante a Wilson Toainga. Finalmente, que se dispongan medidas de protección a todos los jueces nacionales, para evitar que la Fiscalía inicie acciones en su contra, en el caso de que fallen favorablemente.
No se ha fijado aún fecha para la eventual audiencia, que trate los reclamos de Terán.
