Lo que vive Venezuela es un “terrorismo de Estado”.
Así lo definió Carlos Sánchez Berzaín, director del Instituto Latinoamericano para la Democracia, en diálogo con “Punto de Orden”.
Sánchez precisó que la característica de la dictadura chavista es perseguir, encarcelar o exiliar a los candidatos que no les conviene, para asustar a la población y perennizarse en el poder. Esto gracias al apoyo de sus aliados socialistas en América y el mundo.
Y el resultado ya es lamentable: 23 muertos y cerca de 2.000 encarcelados o desaparecidos, solo en los últimos días. Un sistema de persecución que incluye criminalizar a los líderes de la oposición.
Lo más grave es que el régimen de Nicolás Maduro, lleva gente de Cuba y mercenarios de otros países, para reprimir a la resistencia popular. Es decir, al valiente pueblo venezolano.
El analista advirtió que situaciones similares se vivieron en Bolivia en el 2019, y en Nicaragua en el 2021, si bien con resultados diferentes: en el primer caso Evo Morales fue expulsado del poder, mientras en el segundo, Ortega encarceló a todos los candidatos de la oposición.
ONU debe intervenir
Sánchez Berzaín exhortó a las Naciones Unidas a intervenir de urgencia, si es necesario con una fuerza de Cascos Azules, para demostrar que el crimen no genera derechos,
A su criterio, hay que hacer uso legítimo de la fuerza, y poner fin a la masacre que sufre el pueblo venezolano, con la anuencia de los gobiernos “paradictatoriales” de México, Brasil y Colombia. Los llama así porque se dicen democráticos, pero en la práctica deben el poder al castro-chavismo.
Sánchez advirtió que Maduro pretende ganar tiempo, para acelerar el proceso de reconocimiento a las fraudulentas elecciones de hace pocos días. Y para ello, incluso, se ha propuesto bloquear la red social Whatsapp, un mecanismo que tiene la gente de comunicarse.
