En este sentido, ha recalcado que hasta el momento se ha confirmado la muerte de 250 egipcios residentes en la ciudad, en la que se han registrado además «cortes generalizados de electricidad y de las telecomunicaciones«, lo que limita además las posibilidades de contacto.
Además, la OIM ha manifestado que otras 3.000 personas se han visto desplazadas en Al Baida, cuya principal hospital funciona al 80 por ciento de su capacidad, cifra a la que se suman mil desplazados en Al Mjelei y unos 2.000 desplazados en la ciudad de Benghazi.
Las autoridades asentadas en el este del país han cifrado en al menos 5.200 los fallecidos, si bien fuentes del gobierno de unidad de Libia, con sede en la capital, Trípoli, han elevado a 6.000 las víctimas mortales, según ha recogido la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
En este sentido, el ministro de Aviación Civil de las autoridades orientales, Hichem Chiuat, ha manifestado durante la jornada que las aguas en la costa de Derna «traen constantemente decenas de cuerpos« de personas arrastradas al Mediterráneo por la súbita inundación, que ha destruido cerca del 25 por ciento de la ciudad.
Suministros limitados
Por su parte, el jefe de la delegación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Libia, Michele Servadei, ha detallado en declaraciones a Al Yazira que el organismo cuenta con suministros limitados en el país.
«No nos quedan muchos suministros de emergencia«, ha manifestado, antes de resaltar que las inundaciones han arrasado años de desarrollo en Derna, una ciudad que estaba pasando de una fase de emergencia a una de desarrollo y recuperación.
Así, ha señalado que la cantidad de suministros con los que cuenta la ONU están limitados debido a su utilización para hacer frente a la crisis migratoria, si bien ha incidido en que Unicef está centrado en entregar medicinas, apoyo psicológico y registrar niños no acompañados.
En este contexto, la organización no gubernamental Comité Internacional de Rescate (IRC) ha pedido financiación internacional urgente ante la «catastrófica crisis humanitaria» en el este de Libia.
«El IRC está gravemente preocupado por las necesidades de protección de los afectados por esta tragedia, especialmente los miles de mujeres y niños que abandonaron sus hogares en busca de seguridad«, ha dicho el director de la organización en Libia, Elie Abouaoun.
Abouaoun ha aseverado que «se necesitan urgentemente refugios de emergencia para los que no pueden regresar a sus casas y apoyo psicosocial para las personas que, literalmente, han visto sus vidas arrasadas por las aguas«.
«Los servicios médicos también se han visto impactados, con pacientes evacuados a otras ciudades, incluidas algunas que también se han visto afectadas. Hemos escuchado que muchas clínicas y hospitales en la zona se han visto superados«, ha dicho, antes de añadir que »las ambulancias necesitan reparaciones, hay desafíos de acceso y necesidades de apoyo logístico que están dificultando que los voluntarios del sector sanitario lleguen a las zonas afectadas«.
«También hay temor sobre la posibilidad de enfermedades transmitidas por el agua, dado que la infraestructura de sanidad e higiene ha sufrido graves daños. El acceso a agua potable e instalaciones de higiene será necesario para evitar una mayor crisis dentro de una crisis«, ha apostillado.
Ante esta situación, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, ha anunciado un paquete de ayuda de diez millones de dólares (unos 9,3 millones de euros) para apoyar a Libia a responder a la devastación causada por ‘Daniel’.
La tormenta ‘Daniel’ ha azotado el este del país –dividido en dos gobiernos paralelos desde principios de 2022 a causa de una grave crisis política- tras causar estragos la semana pasada en Grecia, Bulgaria o Turquía, donde se han confirmado cerca de una treintena de fallecidos.