Guayaquil vive el segundo día de paro de transporte, sin que se avizore, al menos a corto plazo, una posible solución.
Muy pocas unidades circulan por la ciudad, debido al riesgo de ser apedreadas por los propios integrantes de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), como ya ocurrió el lunes.
- Leer también: Guayaquil, sin transporte urbano por paro general indefinido
- Leer también: Aprobadas reformas que regularán nuevos pasajes de la Metrovía
Los choferes demandan el incremento del pasaje, de 30 a 45 centavos, igual a lo que cobra la Metrovía, aunque de dicha cantidad subsidia 15 centavos. De acuerdo a la ley, el transporte urbano, debido a un traspaso de competencias, es regulado por el Municipio.
Alcalde no cederá hasta que depongan el paro
Sin embargo, el alcalde, Aquiles Álvarez, advirtió que no cederá a las presiones del sindicato, y menos aún que “unos pocos jueguen con la vida de más de un millón de guayaquileños”.
En un post en la red social “X”, advirtió que tampoco dialogará con quienes paralicen servicios básicos, y demandó respeto para la ciudad contra “cualquier acto de terrorismo”.
El personero se mostró abierto al diálogo, pero sin ninguna medida de presión, y eso incluye el paro.
“No solo existe la Metrovía”
Por su parte, el presidente de la Fetug, Christian Sarmiento, lamentó que el alcalde no haya escuchado sus permanentes pedidos, ya que mantener la tarifa en 30 centavos significaba la quiebra de los transportistas.
“No solo existe la Metrovía”, anotó, en referencia a la posible preferencia por el sistema municipal.
Sarmiento recordó que, en los últimos 21 años, solo una vez subieron los pasajes en 5 centavos. Desde que comenzó la actual administración, han solicitado que se revise el actual valor. Pero les exigen comprar unidades nuevas con aire acondicionado e internet gratuito, cuando los precios vigentes no permiten tal inversión.
Sarmiento dijo que las expresiones de Álvarez son ofensivas, y se negó a contratar una empresa de recaudo, es decir, una entidad que maneje eventuales subsidios, pues les restaría 5 centavos por cada pasaje, una cantidad exagerada.
