En caso de ganar las elecciones presidenciales, el gobierno de Otto Sonnenholzner promete no negociar con grupos criminales y terroristas.
En una entrevista realizada por varias estaciones radiales, con Radio Centro como matriz, el candidato presidencial de la alianza “Actuemos”, que agrupa a los partidos SUMA y Avanza, advirtió que enfrentará a la delincuencia con dureza y determinación. Y más aún al narcotráfico, que deja una estela de dolor en miles de ciudadanos, incluyendo autoridades.
En su opinión, el Estado de Excepción dispuesto por el actual gobierno, a raíz del asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago, solo tendrá efecto si contempla golpes convincentes contra el hampa, así como la intervención de las cárceles. Caso contrario, dijo, se convertirá en un simple “saludo a la bandera”, como otras veces.
Sonnenholzner hizo notar la situación de Durán, donde ni el alcalde puede despachar tranquilo, por miedo a la delincuencia, y donde muchos comerciantes son extorsionados a diario por los “vacunadores”.
Parecida situación se vive en Esmeraldas, que ha perdido gran parte de su flujo turístico, y por ende de ingresos económicos, también a causa de la inseguridad.
El aspirante anotó que, si llega al poder, instruirá a la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), y al Servicio de Rentas Internas (SRI), para que rastree el dinero mal habido, a fin de ubicar y desbaratar las bandas criminales. Herramientas existen para realizar este trabajo, agregó. Solo faltaría asesoría tecnológica, que ya está gestionando.
Impulso a inversiones
En materia económica, Sonnenholzner aseguró que, si gana las elecciones, impulsará la inversión privada en Ecuador, tanto nacional como internacional.
El postulante recordó que durante su gestión como vicepresidente, recibió esa tarea del entonces presidente Lenin Moreno, logrando excelentes resultados. Sin embargo, reconoce que, debido al corto mandato que tendría, su objetivo sería sentar las bases para un proyecto de inversión más amplio, a partir del año 2025.
También dejó en claro que, bajo ningún motivo, tocará la reserva monetaria internacional, como proponen otros candidatos presidenciales, pues significaría atentar contra la dolarización.
En cambio, aumentaría los rubros de inversión en obra pública, pues para ello sí existen recursos que varían entre 1.500 y 2.000 millones de dólares.
En torno a la consulta popular del Yasuní, y ante la posibilidad de que gane el “Sí”, y por tanto se suspenda la explotación petrolera, Sonnenholzner mencionó algunas posibles compensaciones, para cubrir el dinero que dejaría de recibir el Estado. Una opción sería la emisión de “bonos verdes”.
Combate a la corrupción
Otra de sus prioridades, en el caso de llegar a Carondelet, será combatir la corrupción. Para ello apelará a la tecnología, a fin de reducir la discrecionalidad en las compras públicas, una de las principales fuentes de negociados y pérdida de dinero.
Sonnenholzner explicó que Erika Paredes, su binomio en las elecciones, al convertirse en vicepresidenta de la República asumirá la vigilancia de las compras públicas, por ejemplo de medicinas. De ese modo, se asegurará de evitar irregularidades, y garantizará la provisión de los hospitales públicos.
Finalmente, Sonnenholzner afirmó que, más que ideología, lo que llevará al gobierno será un plan de acción, que ataque de inmediato los principales problemas del país, pero dando énfasis a la inseguridad, y a las necesidades sociales de la población.