El gobierno negó de forma rotunda un posible incremento en los precios de los combustibles.
Según versiones del presidente de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo, Iván Casanova, el viceministro de Hidrocarburos, Silvio Torres, le habría mencionado que el reajuste era inminente, debido a la pesada carga que significa para el fisco.
Se trataba, según dijo, de eliminar los subsidios, y focalizarlos al sector de la transportación.
El objetivo era reducir un gasto de 37 centavos de dólar por galón, que en conjunto representa para el Estado alrededor de 500 millones de dólares por año.
Sin embargo, en un comunicado difundido en medios y redes sociales, el gobierno precisó que no existe una decisión tomada en torno a este tema.
El mensaje agregó que están trabajando en conjunto con todas las instituciones del sector.