El gobierno nacional, a través de los ministerios de Energía y Trabajo, revisará los contratos colectivos de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), y de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).
El ministro de Energía encargado, Roberto Luque, explicó que los beneficios exagerados de estos contratos, son algunas de las causas de la grave crisis que sufre el sector, debido a los enormes gastos que representan para el Estado.
De acuerdo a sus cifras, entre los años 2018 y 2022, CNEL pagó más de 344 millones de dólares por los 17 beneficios del contrato colectivo, fuera de los salarios, para los casi 6.000 empleados.
Adicionalmente, algunas sentencias judiciales y acciones de protección, planteadas por el sindicato, le significaron egresos por otros 226,5 millones, muchas veces por “beneficios” reconocidos de manera retroactiva, pagados desde el 2021.
Gracias a estos recursos, el Estado no puede recortar salarios en el sector.
Gracias a estas prebendas, que superan los 500 millones, no han podido instalar casi 580 megavatios en nuevas fuentes de generación eléctrica.
Basta decir que, solo en el pasado mes de abril, hubo que pagar 6,15 millones por beneficios de los contratos colectivos, que sumados a los sueldos dan 14,5 millones. Solo en privilegios representan al año 74 millones.
Las distorsiones son evidentes, explicó Luque. Pese a que la ley lo prohíbe, el jefe del Departamento de Servicio al Cliente de CNEL, que lleva 40 años laborando, gana 13.500 dólares al mes. Mucho más que el presidente de la República.
