La situación eléctrica del país es crítica.
Así lo confirmó el ministro Antonio Goncalves, durante una rueda de prensa ofrecida en Quito.
Goncalves, acompañado de la ministra de Ambiente, Inés Manzano, evaluó las condiciones energéticas, y concluyó que son preocupantes.
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Como principal motivo mencionó la sequía, que ha reducido considerablemente los niveles del embalse de Mazar, que alimenta las principales centrales hidroeléctricas del país.
Sin Mazar no hay energía
El ministro precisó que, si el agua en Mazar baja de los 2.110 metros, se suspendería el funcionamiento de las turbinas de Coca Codo.
Es decir, Ecuador depende exclusivamente de las lluvias, o caso contrario no queda más que continuar con los racionamientos.
Goncalves recordó que la generación eléctrica del país, depende en un 72% del agua.
Como alternativas parciales, el Gobierno Nacional, dijo, aceleró la compra y alquiler de fuentes térmicas, que operan principalmente a base de diésel.
Mejorarán comunicación
El funcionario reconoció además ciertas fallas, a nivel de comunicación. En parte porque sufrió un problema médico, que lo obligó a ausentarse temporalmente del cargo.
Desde ahora, cada viernes se informará sobre los cortes programados para la semana siguiente, de modo que los ecuatorianos estén preparados y puedan planificar mejor sus actividades.
Sin embargo, los cortes podrían ser de menor duración, en caso que se presenten lluvias.
