El fallo de la Corte Constitucional, que ordena pagar a los ex trabajadores de la Cervecería Nacional utilidades de muchos años atrás, adolece de serias fallas de forma.
Así lo señaló el reconocido penalista Julio César Cueva, en diálogo con nuestro espacio “Punto de Orden”.
El jurista explicó que el dictamen, por la forma en que fue emitido, perjudica a los ex empleados de la empresa, ya que no reconoce los intereses del dinero no entregado, y además establece un tipo de cambio presente, entre dólares y sucres, que no va de acuerdo con el tiempo transcurrido.
Cueva precisó que la sentencia de la Corte, debió contemplar un cambio sucres-dólares año por año, y no en relación al presente. Como resultado, se comete un grave perjuicio contra los ex trabajadores, que ganaban en sucres, y ahora, en proporción, recibirán mucho menos de lo que deberían recibir.
Según sus cálculos, de los 95 millones de dólares que señalaba la demanda, los ex empleados apenas recibirán 40 millones. Además que, para ello, han tenido que esperar demasiado tiempo.
Cueva calificó de “nefasta” la sentencia en torno a este caso, y coincidió en que bien puede calificarse a la Corte actual como “Corte Cervecera”, por la forma en que defiende los intereses de los empresarios.
Estrategia mañosa
El jurista anotó que, para evadir el pago de las utilidades, la Cervecería creó en los años 90 varias empresas satélites, en las cuales eran enrolados muchos de los trabajadores. De ese modo, al ser dependientes directos de la compañía principal, se creía con derecho a no pagarles lo que correspondía.
Esta “tercerización” fue tan burda, dijo, que constaban como directivos algunos de los ejecutivos de la propia Cervecería,
El fallo de la Corte Constitucional establece que el Ministerio del Trabajo, en un plazo de 60 días, debe realizar la liquidación de los 1.600 afectados, y en máximo 30 días exigir la consignación del dinero. Es decir, encima de haberles mermado lo que por ley les correspondía, aún faltan meses para que los ex empleados puedan cobrar.