El Observatorio de Volcanes de Hawái instó a los vecinos de esta zona volcánica a prepararse ante posibles evacuaciones.
El Mauna Loa _uno de los cinco volcanes del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, considerado el volcán en activo más grande del mundo_ entró en erupción el pasado fin de semana casi cuatro décadas de su última actividad, una situación que sin embargo por ahora no amenaza a las zonas pobladas más cercanas.
El Observatorio de Volcanes de Hawái informó de que la erupción inició hacia las 23:30 del domingo. “En este momento, los flujos de lava están contenidos en la zona de la cumbre y no amenazan a las comunidades que hay bajo la ladera”, se indicó.
El instituto instó a los vecinos de esta zona volcánica a prepararse ante posibles evacuaciones, ya que la evolución de los flujos de lava puede cambiar “rápidamente” y, en caso de que no queden contenidos en la caldera, moverse ladera abajo.
Según los expertos, tampoco se descarta que los vientos puedan arrastrar gases e incluso restos de cenizas hacia otras áreas más alejadas. Las autoridades han emitido un aviso rojo para la navegación aérea en la zona.
Mauna Loa began to erupt at 11:30 PM HST on Sunday. The eruption is currently confined to the summit, and there is no indication that magma is moving into either rift zone. HVO is closely monitoring. Follow @USGSVolcanoes for updates. Find webcams here: https://t.co/PCmuqZqpcB pic.twitter.com/dv6vJBsASo
— USGS (@USGS) November 28, 2022
Este lunes por la mañana, la oficina de monitoreo de volcanes del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) tuiteó: “La lava parece haber fluido fuera de la caldera, pero por ahora la erupción permanece confinada a la caldera”.
Una cámara web del USGS en el borde norte de la cumbre de Mauna Loa, que ha entrado en erupción 33 veces desde 1843, mostró fisuras eruptivas largas y brillantes dentro del cráter volcánico, que contrastaban con la oscuridad de la noche.
La erupción más reciente de este volcán de 4.170 metros de altura se dio en 1984 y duró 22 días. Produjo flujos de lava que llegaron hasta unos siete kilómetros de Hilo, una ciudad donde actualmente residen unas 44.000 personas.