Un paseo familiar en Israel se convirtió en un hallazgo arqueológico único cuando Zvi Ben-David, un niño de 11 años, encontró una figura de cerámica de 2.500 años en el río Besor, en el desierto del Néguev. Este pequeño amuleto, que probablemente representaba a una mujer, es considerado un «amuleto de fertilidad» utilizado en tiempos bíblicos. Los expertos señalan que estos amuletos eran comunes en la vida cotidiana de las antiguas comunidades israelíes, funcionando como objetos rituales para atraer protección y prosperidad.
El hallazgo fue rápidamente identificado por la madre de Zvi, Miriam Ben-David, quien, como guía turística, reconoció la importancia del objeto. La Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) destacó que el amuleto es el único ejemplar similar en la colección nacional, y su descubrimiento ofrece una nueva perspectiva sobre las creencias y prácticas culturales de las sociedades antiguas.
Este tipo de amuletos eran esenciales en una época donde la mortalidad infantil era alta, y las personas recurrían a ellos como símbolo de esperanza en tiempos difíciles. Este descubrimiento subraya la conexión entre los objetos rituales y las necesidades humanas de protección y cuidado. Además, el hallazgo tiene lugar cerca de Tel Gamma, un sitio arqueológico relevante que ha arrojado artefactos de diferentes períodos históricos, consolidando la importancia del río Besor como un crisol cultural.
Este evento demuestra cómo la curiosidad y el interés por la historia, incluso en los más jóvenes, puede llevar a descubrimientos significativos que enriquecen nuestro entendimiento del pasado.
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