Los pacientes más afectados son los provenientes de El Oro, Santa Elena, Los Ríos y cantones del Guayas.
Armando Villamar sintió intenso dolor de cabeza, adormecimiento de la parte derecha de su cuerpo y zumbido en los oídos: era un derrame cerebral. Su esposa, Gisela, lo llevó de inmediato al centro de salud donde residen en Pedro Carbo, Guayas, pero le dijeron “que espere”.
En su desesperación, contactó a unos amigos de Guayaquil que le aconsejaron que lo traiga porque podría empeorar, por lo que se arriesgaron a pesar del cierre de vías en el undécimo día de paro nacional.
“No había ambulancia, nos vinimos en tres buses. Nosotros no conocíamos aquí el centro médico, pero llamando, llamando, llegamos. Salimos desde Pedro Carbo hasta Puente Lucía, y él cojeando pudimos hacer el transbordo, luego del terminal de Pascuales hasta acá Flor de Bastión”, recordó la esposa.
A Guayaquil acuden cientos de pacientes desde otros cantones del Guayas y de provincias aledañas como El Oro, Los Ríos, Santa Elena y hasta de zonas de Manabí para acceder a tratamientos complejos por enfermedades catastróficas, o por alguna emergencia que no pudo ser atendida en su cantón y son derivados a la Red de Hospitales o llegan a clínicas privadas del Puerto Principal.
Ante este bloqueo de vías, la ministra de Salud, Ximena Garzón, reconoció que afectan a muchos pacientes por lo que pidió que se dé prioridad a quienes se movilizan por salud, ya que debido al cierre de vías dos personas fallecieron por no llegar a tiempo a los hospitales.
Médicos de Guayaquil expresaron que hay muchos pacientes que han alquilado vehículos, han madrugado y hecho transbordos como Armando.
El doctor Cristhian Pin explicó que el cuadro de él es muy complejo, fue un accidente cerebrovascular ocasionado por una crisis hipertensiva, por lo que se lo hospitalizó. Y alertó que si no llegaba de emergencia, podría haber sufrido un infarto y muerte segura.
“Pedimos que este bloqueo de vías ya cese. Hay pacientes de escasos recursos, no hay suficientes ambulancias para traerlos, con la salud no se juega, es una violación a los derechos humanos”, lamentó el médico.